XV

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— Ten. - hablo el menor dejando una pequeña caja frente a él.

— ¿Qué es eso? - le preguntó señalando la caja.

— Abrelo.

Escuchar al menor hablar tan cortante le daba cosita. Simplemente no estaba acostumbrado a cuando el menor le hablaba de esa forma y es probable que nunca lo este. Dejó de lado lo que estaba haciendo para prestarle atención a aquella caja que le gritaba "abreme".

Dudoso en si hacerle caso o no opto por seguir la indicación del castaño. Era una caja pequeña y bien decorada así que es poco probable que fuera una cosa mala.

La abrió con lentitud al no saber que esperar. Grata fue su sorpresa al ver seis huevitos con caritas pintadas y bien vestiditos.

— ¿Huevitos? - Beomgyu asintió en silencio. – ¿Por qué?

— No sé. Estaba recordando las veces en las que hice un proyecto similar y pensé que sería divertido cuidar huevitos...contigo... - se tambaleo un poco sobre su lugar, guardo silencio antes de seguir hablando – ¡Pero si no quieres cuidarlos esta bien! ¡Yo puedo hacerle de mamá luchona! - su nerviosismo era evidente. Mentiría si dijera que no había pensando en hacer eso semanas atrás pero por los temas de la Universidad no se atrevió, pensó que sería buena idea hacerlo ahora ya que estaban de vacaciones y libres de tareas y proyectos.

Soobin sonrió con ternura.

— ¿Ya tienes los nombres? - sin dejar de sonreírle se atrevió a preguntarle. Se sintió muy lindo que el menor quisiera hacer tal cosa con él.

Beomgyu nervioso y con un ligero rubor en las mejillas negó sutilmente.

— Sólo tengo dos nombres... Y tú no eres bueno con los nombres pero estoy seguro que serán mucho mejores que los míos.

— ¿Y cuáles son esos nombres? Estoy seguro que serán mucho mejores de los que se me pueden ocurrir a mí. - alentó al menor sin dejar de sonreír.

—...Bolita de arroz y Huevisaurio... ¡Se que son nombres tontos pero no pude evitar llamarle Huevisaurio! ¡Solo míralo! - tomó entre sus manos a un huevito con vestimenta de dinosaurio. – ¡Es muy lindo! - lo acercó al rostro del mayor para que lo viera, poco le importaba que literalmente tuviera un huevito vestido de dinosaurio frente suyo impidiendo que viera otra cosa.

— Son nombres muy lindos, demasiado diría yo. - apartó con gentileza la mano del menor para seguir viendo a los demás huevitos que se encontraban en la caja. – Estos se tienen que llamar Gomita y Cerecita Jr. - señalo a dos huevitos de un color extravagante y llamativo. Beomgyu soltó un chillido al oír el segundo nombre.

Todo lindo.

— ¿Y los otros? - preguntó al no saber que nombre ponerles.

— No lo sé. Podríamos preguntarle a los demás en busca de opciones o pensar mañana en algún nombre.

Beomgyu no parecía muy convencido por la respuesta. Dejó a Huevisaurio nuevamente en la caja y pareció pensar en algo antes de tomar a los dos huevitos restantes y desaparecer por donde había venido.

— Su papi nos dejó. - le hablo mirando a sus hijos con gracia. Estaba seguro que volvería después de hacer lo que sea que se le haya ocurrido.

[...]

Finalmente, después de una hora Beomgyu había vuelto con los otros huevitos.

— ¿Entonces? - lo miro con curiosidad cuando se dio cuenta que ocultaba a sus otros hijos. Hijos, era raro llamarles así pero no resultaba incómodo hacerlo.

— Escoje una mano. ¿Derecha o Izquierda? - con los brazos detrás de su espalda le pidió a su novio que escogiera.

— Izquierda. - dijo señalando su lazo izquierdo.

El menor sonriente y con algo de vergüenza le enseño a un huevito vestido de conejito en la palma de su mano. Motivandose un poco también enseño su mano derecha, mostrando un huevito vestido de osito. La vergüenza que sentía se estaba haciendo presente en sus mejillas, tanta fue la vergüenza que tuvo que cerrar los ojos para no ver la sonrisa maravillada del mayor.

— ¡Que lindos! ¡Son unos mini nosotros! - grito realmente emocionado por la tierna imágen que tenía. Un Beomgyu avergonzado con los ojos cerrados y unos huevitos vestidos como ellos, era jodidamente lindo y hermoso.

— ¿Te gustaron? - abrió un poco sus ojos para buscar respuesta en las facciones del mayor. Fue suficiente con ver esa sonrisa de bellos hoyuelos para saber que era un "si". Sonrió orgulloso.

— Que se llame Beommie, ¿si? - pidió refiriéndose al que estaba vestido de osito.

— Ujum. ¿Y el de conejito? - pensó un poco antes de responder su propia pregunta – Se va a llamar Soobinnie.

— Son unos nombres muy lindos. ¿Si o no, mi linda Cerecita? - le hablo mirándolo a los ojos generando un pequeño rubor en el menor.

— Unos muy lindos, mi bello Melocotón. - dejó a los huevitos junto con los demás para poder tener las manos libres. Se acercó hasta el mayor para tomarlo de las mejillas y depositarle un  tierno beso lleno de cariño en los labios.

[...]

— ¡SE NOS MURIÓ BOLITA DE ARROZ, SOOBIN!

— ¡¿CÓMO?!

— ¡YA SÉ! ¡ME DESCUIDE UN PAR DE MINUTOS Y LO VÍ EN EL SUELO!

— ¡NOOOO, BOLITA DE ARROZ!

— ¡SOY UN MAL PADRE! ¡POR ESO DECIDIÓ ACABAR CON SU VIDA!

— ¿Quién es "Bolita de arroz"? - Kai quien no sabía que pasaba miro a su mayor buscando respuesta.

— Uno de sus hijos. - respondió Taehyun con calma viendo todo el drama que se armaban sus otros dos mayores.

— ¿Y hace cuánto que tienen hijos? - volvió a preguntar al apenas enterarse que sus amigos tenían hijos.

— Hace como dos días. Hoy se les acaba de morir uno.

— Pobres cositas... ¿Sabes cuántos les quedan?

— Cinco. Y eso ya es ganacia tomando en cuenta que Beomgyu suele ser alguien bastante descuidado pero parece ser que esta vez decidio ser precavido. Por eso tantos hijos.

— Ahh~ Ya entiendo... - miro en dirección de sus mayores viendo que seguían en su propio mundo.

— ¡YA NO SON BUENOS DÍAS, SOLO DÍAS! - grito Beomgyu tirándose a lado de su hijo ya fallecido.

Sería una larga semana.

ʚUn conejo y un osoɞ [Soogyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora