ʚUn conejo y un osoɞ [Soogyu]

II

Una apuesta, esa era la única explicación que había ante aquella situación.

Dos jóvenes adultos tomados de las manos caminaban con tranquilidad por un parque, las miradas de los presentes se sentían pero no querían darle importancia, en ese momento solo eran ellos contra el mundo.

—¿Deberíamos ir a comprar helado?

—Esta haciendo frío, no creo que sea buena idea.

—Podemos comprarlo y comerlo en casa, también podemos llevarle a los chicos.

—En la casa también hace frío.

—Podemos mirar películas mientras nos acurrucamos.

—¿Con cobijas o sin cobijas?

—Con muchas cobijas y con la calefacción encendida, ¿asi ya no hará frío?

Beomgyu sonrió.

—No hará frío.

Ambos se miraron como lo que eran, un par de tontos enamorados.

Siguieron caminando por toda una hora sin tomarse un descanso, querían cumplir la apuesta y no se iban a rendir por nada del mundo. Mejor dicho, Beomgyu no iba a rendirse por nada del mundo, Soobin solo estaba como su acompañante.

—Me duelen las piernas.

—Yo tengo sed.

Guardaron silencio para buscar una solución al problema del otro.

—¿Te cargo?

—No creo que puedas.

—Ten fé, si puedo.

—Dudo mucho, pero adelante.

Beomgyu extendió sus brazos para que lo cargarán, no importaba si era como costal de papas, princesa o en la espalda, sus piernas dolian y estaba seguro que se desplomaria en cualquier momento.

Soobin se imagino en varios escenarios ficticios y del como terminarían si lo cargaba de una forma, solo dejó las cinco mejores.

—Beom. - llamó para tener su atención lográndolo al segundo - Tengo cinco opciones para "cargarte", di un número. - hizo comillas con sus dedos y espero la respuesta de su novio.

—El cuatro, espero y no sea nada raro.

Se preparó mentalmente y fue a lo suyo, se arrodilló y lo tomó de la pierna, la cara confundida de Beomgyu lo hizo reír.

—¿Qué haces? - bajo su vista a donde el mayor estaba agarrando intentando comprender el que iba a hacer.

—Caíste en mi trampa, el número cuatro era el malo, los demás eran los buenos.

Beomgyu aún sin comprender la situación sintió como era arrojado al suelo con delicadeza, ¿eso era posible? Observó el como lo tomaba del tobillo y comenzaba a dar pasos, se encontraba en total confusión.

—Trataré de no ir tan rápido para no lastimarte.

Soobin con la mirada enfrente jalaba del tobillo a Beomgyu, si antes los miraban ahora lo hacían el triple.

[...]

Taehyun caminaba con bolsas en mano, había ido a comprar algunas cosas que faltaban en la despensa y vaya que eran bastantes, Kai lo acompañaba pero este se quedo unos pasos atrás viendo quien sabe que cosa.

Detuvo su caminar cuando a sus oídos llegó una voz gritona y chillona, era un niño pequeño que seguramente le hablaba a su madre.

—¡Mamá! ¿Por qué ese dinosaurio se está llevando a otro dinosaurio? - preguntó el niño señalando a un par de chicos no muy lejos de ellos. Taehyun al instante miro a donde el niño y la madre.