♡! Two Suns [ Felix y Tú ]

[025] ▫️▫️▫️▫️🌤

○ FELIX ○

—¿Crees qué nos reconozcan?— pregunto acomodando mi gorra y mascarilla para ocultar un poco más mi rostro.

—Lo más probable es que sí nos reconozcan— responde segura y giro mi cabeza para verla y achinar sus ojos ocultando una sonrisa inocente tras su mascarilla — Pero recemos porqué no lo hagan. Amén.

—A fin de cuentas, vamos por un bocadillo nocturno. Puede que no haya nadie dentro de la tienda — intento despreocuparme.

Los pondré en contexto, son la una de la madrugada. Sunhee y yo no entrábamos el sueño y ambos comenzamos a tener hambre. Pero la verdad es que ninguno quería preparar algo para comer. Así que optamos por buscar bocadillos en la tienda convencional que hay cerca de nuestro apartamento.

Se supone que ninguno de los dos esté a estas horas fuera, porque solo estamos a dos días de los MAMA. Pero en serio necesitamos unos bocadillos.

—¿Ramen?— insinúa moviendo el paquete con los fideos aun sin hacer. Asiento tomándolos para ir buscando más cosas— ¿Viste los mochi que hay?.

—¿Son los de chocolate, cierto?— hago memoria de los pequeños mochis que vimos hace unos minutos al entrar a la tienda.

—Sí, se ven interesantes, ¿los tomamos?— no tenía que verla para saber que me hacía ojitos. Sin remedio alguno asiento con mi cabeza para escuchar como celebra antes de irse tras los postres.

Mantenerla de buen humor no es algo complicado. Sé qué cosas le gustan y las que no le agrandan tanto. Y no por ser invasivo, si no porque tuvimos esa conversación. El tener aquella conversación sobre las cosas que nos gustan y las que no, nos ha evitado problemas en nuestra relación.

—¡Aquí están, tuve que tomar los del fondo para asegurarme de que sean los más frescos posibles!— explica mientras mueve circularmente la caja con los postres frente a mi.

—Ya tengo todo, vamos a pagar— tomo su mano para entrelazar nuestros dedos y caminar hacia la caja registradora. Pagamos y nos dirigimos al área para preparar el Ramen.

—Ten cuidado— me acerco de inmediato al ver la gran cantidad de humo que desprendía un bote con los fideos— Mejor espérame en la mesa y yo te los llevo— indico señalándo la mesa no tan alejada de nosotros. Veo como intenta negarse y le doy una mirada de retante para ver como terminar accediendo.

Tomo sus fideos y los muevo por unos segundos para que se entibien un poco y no se queme a la hora de comerlos. Una vez que están a una temperatura considerable, los llevo a la mesa para que podamos comer ambos tranquilamente.

—Sabes que tenemos a Stay detrás de nosotros para que ya confirmemos muestra relación — es más bien una afirmación qué una pregunta. Asiento con mi cabeza entregándole toda mi atención— pensaba que como en poco la revelaremos, podríamos mostrarnos más cercanos ante el público y videos.

—¿Más de lo que ya somos?— cuestiono divertido y ella asiente con una sonrisa ladina— Acepto.

Escuchamos la puerta del establecimiento abrirse. Un grupo de chicas entraron y nos giramos a vernos casi al segundo. ¿Entrando en pánico?, ¡POR SUPUESTO QUE SÍ!.

—¿Puedo comer con el cubre bocas?— pregunto casi sin voz y Sunnie reprime una carcajada.

—Quizás solo compren y luego se van, tranquilo— susurra para nosotros y asiento poco convencido— Comamos o se nos enfriarán los fideos.

Digamos que del "Quizás solo compren y luego se van" nunca ocurrió la última acción. El grupo de tres chicas compraron unos aperitivos y comenzaron a prepararlos junto a nosotros. Puedo decir que Sunhee y yo casi metíamos las cabezas dentro de los fideos para no ser reconocidos.

Pensé que se irían luego de prepararlos. ¡PERO RESULTA QUE NUEVAMENTE NOS EQUIVOCAMOS!. Las chicas tomaron asiento en la mesa de al lado. ¡¿NO PODÍAN TOMAR ASIENTO EN LA QUE ESTÁ ALEJADA A LA DE NOSOTROS?!. POR SUPUESTO QUE NO.

—Coman tranquilos, no haremos un escándalo— asegura calmada una de las chicas y lentamente giramos a verlas— Sabemos quienes son, somos Stay. Pero respetamos su espacio personal.

Lo admito, me sorprendió muchísimo su reacción. También pude notar la misma expresión en Sunnie.

—Muchas gracias— Sunnie hace una inclinación y las chicas se la devuelven amablemente — ¿Qué hacen tan tarde fuera de casa?.

—Estábamos estudiando, tomamos un descanso para comer algo— responde otra chica y asentimos comprendiendo.

—Oh, eso es bueno. Me alegra que se alimenten y tomen sus descansos— afirmo y ellas sonríen orgullosas de sí mismas.

—Todas comenzamos a tener mejores hábitos gracias a StrayKids. Les agradecemos por eso— revela tímidamente la última chica y sonreímos enternecidos.

—¿Ustedes como se encuentran?. ¿Han tenido sus descansos?.

—Hablando por mi parte, me encuentro bien. Mucho trabajo y ensayos, pero nada grave — responde mi acompañante y me da una mirada para que responda.

—Yo me encuentro mucho mejor, es muy agradable encontrarnos con Stay. Ustedes son muy respetuosas y amables.

—A nadie le gusta que invadan su espacio personal, es de mal gusto.

—Definitivamente. No todos entienden eso— mumurra Sunhee para beber un poco de su jugo.

Ambos estábamos muy cómodos con las chicas. Si estuvieramos en una situación incomoda, sé que ya se hubiera levantado de su asiento para despedirse.

—Deseaba decirles que estamos muy orgullosas de ustedesy si trabajo. De verdad vemos lo mucho que se esfuerzan al igual que los demás miembros en darnos buen contenido— es lindo escuchar sus palabras, siento como me llenan de energía. El saber que pueden ver nuestro esfuerzo hace que esté feliz por nuestra evolución como grupo.

—Sunhee eres mi bias, deseaba decirte en algún momento lo muy orgullosa que estoy de ti. Eres mi principal ejemplo a seguir, aunque sé que has dicho que seamos nuestro propio ejemplo. Me haces muy feliz y me devolviste las ganas de seguir viviendo. Si Changbin fue tu luz de esperanza, tú fuiste la mía. Espero que continúes siendo la mejor versión de ti misma— mientras la chica hablaba una lágrima rebelde resbaló por su mejilla. Pude ver un poco de indecisión en Sunhee, pero al final cedió a su impulso y se puso de pie para ir a abrazar a la chica— Por favor, cuida muy bien de ti y continúa alzando la voz por las mujeres como lo has hecho hasta ahora. Nos das mucha fuerza para darnos nuestro lugar ante las injusticias de este país.

Sus palabras no conmovieron a todos. Sentí como mi pecho se encogía ante sus pequeños llantos. Los ojos de sus amigas se cristalizaron y comenzaron a brindarle apoyo. La escena es conmovedora pero cálida. Es una fan agradeciéndole todo el bien que ha hecho en ella su Ídolo.

—Muchas gracias por tus palabras, fueron muy lindas. Pero tanto como yo cuidaré de mi y de ustedes; ustedes deben cuidarse a sí mismas ¿de acuerdo?— ellas asienten con unas diminutas sonrisas — Bien. ¿Les gustan los mochis?

Diría que fue una madrugada en la que tres fans corrieron con la grandiosa suerte de toparse con sus bias. Una madrugada donde cinco personas convivieron como si fueran iguales, y es lo que somos, personas.