[040] ▫️▫️▫️▫️🌤

796 62 14
                                    

FELIX

El día de hoy ha mantenido un clima estupendo. Perfecto para dar un viaje en carro junto a mi persona favorita. Por supuesto que ya saben de quien hablo.

—¿Ya tienes todo listo?— pregunto tomando su mochila por ella luego de recibir un asentimiento como respuesta — Muy bien, ya nos podemos ir.

—¿A donde tienes pensado llevarnos?. Solo me dijiste que hiciera una mochila. Empaqué un poco de todo porque no fuiste preciso — habla ingresando al auto cuando abro la puerta por ella.

—No te preocupes, te gustará a donde iremos — dejo un pequeño beso sobre su nariz y cierro la puerta con cuidado.

Durante el camino nos detuvimos para comprar unas bebidas refrescantes y luego continuar nuestro recorrido cantando nuestra playlist a todo pulmón.

Unos minutos después. Sunhee se quedó dormida.

Con mi mano libre acaricio su pierna, y al notar como esta estaba congelada, aprovecho que el semáforo estaba en rojo para buscar rápidamente en los asientos traseros la manta que traje. La envuelvo en esta y la luz cambia a verde indicando que ya podía continuar con mi viaje.

—Tierna — suelto junto con una sonrisa al verla tan tranquila durmiendo.

[ 🐥 ♡ 🐻 ]

Una hora y media después, habíamos llegado a nuestro lugar de destino.

Sunhee había despertado hace unos veinte minutos, por lo tanto, no fue una batalla para despertarla. Tiene el sueño UN POQUITO pesado. ¡Solo UN POQUITO!.

—¿Tenemos que caminar?— ve nuestro alrededor y hago un sonido de afirmación.

—Pero son solo cinco minutos, pasarán rápido — aseguro.

—Bien, te sigo— acomoda su ropa un poco y extiendo mi mano para que la tome. Una vez que lo hace, estoy listo para iniciar nuestra caminata.

—¡Mira que linda flor!— señala unas flores silvestres y sonrío enternecido — Son muy lindas.

En un segundo suelto su mano y comienzo a recolectar algunas de las flores que había señalado. Cuando tengo un pequeño ramo, me giro en su dirección y le extiendo este con una ligera sonrisa. Sonrisa que se expande al ver la suya.

—Aquí tiene, mi princesa.

—Gracias — susurra un poco sonrojada tomando el ramo.

Llegamos a la cima de la montaña y suspiro aliviado al ver como aun no atardecía.

—¿Te gusta el lugar?— indago posándome a su lado.

—Es hermoso — responde anonadada — La vista es preciosa desde aquí, parece irreal.

—Desde luego que sí — susurro observándola.

Los tonos cálidos comenzaron a decorar el cielo y tomo un poco de aire para retroceder unos pasos y lentamente colocar mi rodilla sobre el suelo para sacar de mi bolsillo la pequeña y delicada caja color verde esmeralda. Silenciosamente la abro dejando ver el anillo de compromiso en su interior.

Los nervios me invaden y siento como mis manos comienzan a temblar junto a mis rodillas. Mi corazón late aceleradamente y no puedo parar de pestañear varias veces rápidamente.

—Sunhee — la llamo y ella gira lentamente para bajar su mirada y verme en esta posición. Sus ojos se abren a más no poder y sonrío un poco intentado calmarme.

—Hace unos años atrás no imaginé que podría amar a alguien tanto como te amo a ti. Cada día que despierto y te veo junto a mi, pienso lo cuan afortunado que soy de tenerte, y agradezco por ello. Agradezco tenerte a mi lado y ser quien logre hacerte feliz. Agradezco por haber encontrado a una persona tan excepcional como tú. Alguien con quien jamás me cansaría de pasar mi eternidad. Sunhee, tú hiciste que viva cada día como si fuera el último. Tú llegaste, y los colores en mi vida se intensificaron. Y quiero continuar sintiendo esto, quiero seguir desbordándome de amor cada día. Quiero ver todas las primeras nevadas, amaneceres y atardeceres junto a ti. Porque tú eres todo lo que necesito en esta vida para ser plenamente feliz. Así que, ¿Quisieras compartir el resto de tu vida conmigo?.

Pregunto al fin sintiendo como el temblor dentro de mi se incrementa. De verdad estoy haciendo esto, por fin tomé el valor de hacerlo.

—¡SÍ!.

Su respuesta fue tan clara que resonó armoniosamente por mis oídos. Me pecho se infló y una agradable calor recorrió mi cuerpo.

Acerco el anillo a su dedo anular y lo desplazo lentamente permitiéndome disfrutar de ese momento. Cuando ya este yacía perfectamente en su dedo, dejó un beso sobre sus nudillos y me pongo de pie para permitirme abrazarla alzándola del suelo.

Inevitablemente siento unas lagrimas salir de mis ojos y escondo mi rostro en su cuello. Y siento como deposita unas suaves y delicadas caricias en mi espalda que logran consolarme.

—No tienes ni idea de lo mucho que te amo. Ni puedo explicarlo con palabras — susurro alejando mi rostro de su escondite para verla. Sus ojos estaban crustalizados, brillantes. Parecían constelaciones. Tan hermosos y relucientes.

Uno nuestras frentes y cierro mis ojos sereno. Lentamente inclino mi rostro y uno nuestros labios en un lento y delicado beso. No miento cuando les digo que este beso ha sido único. Tan lleno de amor y sentimientos puros que me hacen estremecer.

—Te amo tanto — susurra al separarnos y sonrío ampliamente completamente lleno de amor— Esto fue perfecto, de verdad lo fue.

Todo por ti. Mi hermosa y delicada Sunhee.

FIN —

♡! Two Suns [ Felix y Tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora