Capitulo 2 Un pequeño conejo

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*Esta historia tiene un alto contenido de violencia, lemon, lenguaje explícito.

*Lo escenarios que se usan son basados en cosas imaginativas, así como reales.

*Los personajes no son de mi propiedad son de Rumiko Takashi, solo son usados para crear ideas locas y bizarras.

*Historia de incesto, se recomienda mucha discreción.

*Si no eres fan de este género, favor de abstenerte a seguir leyendo, y retírate de forma cortes, sin dejar comentarios ofensivos ni atacar ni ofender a nadie, recuerda que es solo lectura y todos somos libres de imaginar lo que nosotros queramos.

*Si por el contrario decides quedarte, bienvenido a este mundo, toma asiento y disfruta de la lectura. 

Capitulo 2

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Capitulo 2

Un pequeño conejo

Mentiras y verdad, que antes lograba distinguir, se diluyen justo frente a mí, amor y amistad, el calor de un hogar, son coas que ya no comprendo más, pensaste que al marcharme y decirme que estarías bien, ya no me podría preocupar, no lo entiendes en verdad, me puedes consolar, escape el lugar de enfrentar mi error.

[.]

La empresa Venus Gentrix se apreciaba espectacularmente en aquella bulliciosa ciudad de Tokio, las personas y el tráfico era el pan de cada día, el calor se podía sentir a esa hora de la mañana, Sesshomaru bajaba de su vehículo, demasiado serio, frustrado y por una extraña razón, excesivamente furioso. Camino por el pasillo de recepción, tomando el elevador, no pudo evitar emitir un gruñido marcado, cuando las puertas del elevador se serraron.

Flash back

— ¿dinero?... no, yo no quiero hacer este tipo de cosas con alguien que se que es de mi familia.

— ¿pensé que no lo era? — los ojos de Sesshomaru permanecían fijos en los azules contrarios.

— Yo... ¿puedo hacer otras cosas?

— Ya lo mencioné antes — volvía a inhalar el cigarrillo — aun que, si quieres ganar menos de lo que yo te estoy pagando, puedes ofrecer tu cuerpo como prostituta.

— El rostro de la de cabellos negros cambiaba a uno de total miedo — no... ¿tu hiciste todo esto verdad?

— ¡hmp! ¿hacer qué?

— Esta trampa, del dinero, de mi primo, de... mí, eres una mala persona.

— Nadie dijo que fuera buena. ¿o sí?

— Por favor, deja que me valla, tengo que saber que mi primo este bien y te prometo que regresare con el dinero.

— Una punzada de coraje atravesaba nuevamente las neuronas del de cabellos plateados — estas defendiendo nuevamente al infeliz que te vendió. ¿te estas burlando de mí? — el enrome hombre se acercó, tomando la barbilla de la contraria, la comenzó a apretar, arrojándola nuevamente a la cama — está decidido, tú de aquí no te vas, te voy a comenzar a domesticar.

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