Capitulo 4 - Obediencia de maneras creativas - parte 2

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*Esta historia tiene un alto contenido de violencia, lemon, lenguaje explícito.

*Lo escenarios que se usan son basados en cosas imaginativas, así como reales.

*Los personajes no son de mi propiedad son de Rumiko Takashi, solo son usados para crear ideas locas y bizarras.

*Historia de incesto, se recomienda mucha discreción.

*Si no eres fan de este género, favor de abstenerte a seguir leyendo, y retírate de forma cortes, sin dejar comentarios ofensivos ni atacar ni ofender a nadie, recuerda que es solo lectura y todos somos libres de imaginar lo que nosotros queramos.

*Si por el contrario decides quedarte, bienvenido a este mundo, toma asiento y disfruta de la lectura. 

—      ¡HEY SESSHOMARU! — una voz igual de grabe que la del hombre, se hacia escuchar, rompiendo el aura del lugar

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— ¡HEY SESSHOMARU! — una voz igual de grabe que la del hombre, se hacia escuchar, rompiendo el aura del lugar.

— Llegas tarde... Naraku — encendía un cigarrillo llevándose lo a la boca.

— Bueno, fue repentino que me hablaras a estas horas de la noche. — el hombre sonrió de manera seductora, su largo cabello azabache estaba recogido en una elegante coleta, sus penetrantes y hermosos ojos color carmín mostraban picardía.

— Kagome se le quedo mirando, no entendiendo nada, sus ojos azules recorrieron rápidamente hasta percatarse de una cámara que traía consigo aquel extraño sujeto. — "parece ser que es fotógrafo"

— No seas ruidoso — hablo con fastidio el de cabellos plateados, dejando salir el humo lentamente de su boca.

— ¿y para que me llamaste? — hablo de manera neutral el extraño sujeto.

— Necesito tus servicios.

— ¿una película?... ¿tu? — Naraku parpadeo un par de veces.

— "es productor" — Kagome se sorprendió.

— Así es... con ella — el rostro se giró sutilmente, sus dorados ojos miraban a la joven a su lado.

— ¡ah.... ¿y esta niña? — fruncía las cejas.

— ¿¡niña!? — Kagome se avergonzaba ante lo dicho.

— ¿No me digas que cambiaste de amantes Sesshomaru?, que paso con las hembras de piernas largas con las que sueles salir, pechos enormes y sin caderas.

— ¡hmp!... cállate imbécil.

— Por qué... ¿tu estarías con una niña como esta? — los brazos del azabache se extendieron, tocando ambos pechos de la joven — aun que, no son nada pequeños, sobresalen de mi mano.

— ¡ahhhh! ¿Qué me estás haciendo? — Kagome se sorprendió ante esto, retirándole las manos.

— ¿Quién te dijo que podías tocarla? — Sesshomaru cerro el puño, sintiendo coraje ante lo que veía, sin poder evitarlo daba un fuerte golpe en la cabeza a su amigo.

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