Las circunstancias no son nada favorables en la vida, y menos para Kagome Higurashi, una estudiante universitaria con un enorme corazón y un aura amable, con problemas de magnitudes descomunales, la única persona que la salva es su tío Sesshomaru, a...
*Esta historia tiene un alto contenido de violencia, lemon, lenguaje explícito.
*Lo escenarios que se usan son basados en cosas imaginativas, así como reales.
*Los personajes no son de mi propiedad son de Rumiko Takahashi, solo son usados para crear ideas locas y bizarras.
*Historia de incesto, se recomienda mucha discreción.
*Si no eres fan de este género, favor de abstenerte a seguir leyendo, y retírate de forma cortes, sin dejar comentarios ofensivos ni atacar ni ofender a nadie, recuerda que es solo lectura y todos somos libres de imaginar lo que nosotros queramos.
*Si por el contrario decides quedarte, bienvenido a este mundo, toma asiento y disfruta de la lectura.
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Capítulo 25
trio infernal - parte 2
Ese fue el día que pactamos con aquel hombre, dándole nuestro servicio de por vida, entregando nuestras almas como pago, y todo por dejar mal heridos a sus hombres.
Las cadenas se terminaron fundiendo sobre nuestra piel.
Desde ese día, todo comenzó a tornase cada vez más abrumador, el ambiente no era como lo esperábamos, las agresiones eran pan de cada día para los nuevos miembros del grupo, estos eran discriminados, torturados, incluso, asesinados, algo que no estaba prohibido en aquel lugar, una norma era más que respetada, la ley del más fuerte.
Yo me sentía aburrido la mayoría del tiempo, tener que aguantar lo mismo cada día por parte de los que se creían superiores, solo por llevar años en la organización, a mi parecer era sumamente patético. Todo era una lucha sin cuartel una vez que había una disputa por otros miembros; dinero, mujeres, armas, fármacos, simplemente era insoportable, sabía que había algo mal en mi desde hace mucho tiempo, mas no había puesto atención en ello, era un coraje demasiado profundo, ira acumulado por tantos años que terminaba por desatarse en peleas sin sentido, hasta que algo en mi interior se transformó en jubilo una vez que use un arma de fuego, la adrenalina recorría cada parte de mi cuerpo, dándome esa carga energética que necesitaba, era lo único que me ayudo a soportar aquel infernal aburrimiento, no por completo, pero anestesiaba aquella sensación.
El arrebatar la vida a alguien sin saber de quién se trata, para muchos es algo aterrador, siempre puede ser letal, traumático y en muchas ocasiones doloroso, para aquellos que pudiesen sentir algo, pero no era mi caso, aun observando sus caras de súplica, su agonía, sus palabras, simplemente eran vacías, hipócritas, sin sentido y muchas veces carecían de verdad. Varias noches escuché a Naraku sollozar, arrepentirse por aquello, teniendo remordimientos que día con día se convertían en un gran pesar para su persona, supe de su vida, de lo que su padre sufrió y lo que su familia soporto.
Esa noche me expreso lo que su corazón guardaba, sabía que en cualquier momento colapsaría, decidiendo al final que yo cargaría con lo que el hiciera, así por lo menos podría mirar al frente sin tener que sentirse mal por hacer lo que le ordenaban en aquel trabajo.
