Capítulo 11 Codependencia

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*Esta historia tiene un alto contenido de violencia, lemon, lenguaje explícito.

*Lo escenarios que se usan son basados en cosas imaginativas, así como reales.

*Los personajes no son de mi propiedad son de Rumiko Takashi, solo son usados para crear ideas locas y bizarras.

*Historia de incesto, se recomienda mucha discreción.

*Si no eres fan de este género, favor de abstenerte a seguir leyendo, y retírate de forma cortes, sin dejar comentarios ofensivos ni atacar ni ofender a nadie, recuerda que es solo lectura y todos somos libres de imaginar lo que nosotros queramos.

*Si por el contrario decides quedarte, bienvenido a este mundo, toma asiento y disfruta de la lectura. 

Capítulo 11

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Capítulo 11

Codependencia

Atrapada en escombros, no puedo respirar, y una fuerte lluvia cae a mi alrededor, oscureciéndolo todo, para poder vivir en este cruel mundo ¿Cómo qué clase de flor debería florecer? Quiero creer, quiero seguir creyendo.


Los jóvenes se miran entre sí, Kagome observo fijamente a Sango, Bankotsu también dirigía su vista a la de cabellos negros, así como lo estaba haciendo Hiten. Todos permanecieron en un silencio algo extraño, que conforme los segundos pasaban se iba volviendo casi intolerante.

Kagome trato de procesar lo que le acababan de decir, tratando de encontrar una explicación coherente, Miroku muerto. Era lo único que su cabeza repetía una y otra vez.

— ¿Cómo? — movió sus labios.

— Lo que oíste, Miroku falleció ayer en la noche, estaba contigo ¿no es así?

— No estaba conmigo, solo fuimos a la misma clase, pero... Sango... yo — parpadeo un par de veces, tratando de apartarse del pensamiento abstracto que tenía en la mente.

— ¿tú que Kagome?, ¿habla? — la castaña elevo la voz.

— Cálmate Sango — Hiten se colocaba a un lado de ella.

— Sé que no debo de decir estas cosas en estos momentos, pero no deberías de llorar por Miroku.

— ¿disculpa? — la miro con el ceño fruncido.

— El... — la miro directamente a los ojos — intento abusar de mí, después de que acabara la clase.

— ¿Qué? .... ¿Qué estás diciendo? — abrió la boca, poco a poco su respiración se comenzó a acelerar. — estas mintiendo ¿verdad?

— No — soltó — ¿Por qué te mentiría?

Tanto Bankotsu como Hiten se sorprendieron por lo que acababan de escuchar, tenían mucho tiempo en conocer a Miroku, sabían que su forma de ser era de lo más elocuente, pero ambos habían notado el cambio en cuanto Kagome se unió al grupo, su rostro se ensombreció casi pasando por otra persona, algo que los había dejado pensando, más nunca se imaginaron en una confesión de esa magnitud por parte de la de ojos azules, y menos cuando había desaparecido por un año completo.

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