Capítulo 13 Retrete humano - parte 1

313 38 64
                                    

Esta historia tiene un alto contenido de violencia, lemon, lenguaje explícito.

*Lo escenarios que se usan son basados en cosas imaginativas, así como reales.

*Los personajes no son de mi propiedad son de Rumiko Takashi, solo son usados para crear ideas locas y bizarras.

*Historia de incesto, se recomienda mucha discreción.

*Si no eres fan de este género, favor de abstenerte a seguir leyendo, y retírate de forma cortes, sin dejar comentarios ofensivos ni atacar ni ofender a nadie, recuerda que es solo lectura y todos somos libres de imaginar lo que nosotros queramos.

*Si por el contrario decides quedarte, bienvenido a este mundo, toma asiento y disfruta de la lectura. 


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Capítulo 13

Retrete humano – parte 1

Mi tiempo está dando vueltas tus, ojos negros profundos, estoy olvidado que tiempo que vivimos, y nuestros recuerdos se han ido... liberando una dulce fragancia, son las tramas de mis recuerdos que me atraen y me capturan, y una vez más, de alguna manera no puedo resistir, me ahogare en ellas.

Kagome miraba el cielo despejado a través de la ventana, aquella tormenta que azoto por horas, ahora quedaba como una bella experiencia, escuchó como la tetera dejaba salir el vapor a través de aquel orificio, produciendo un ruido de silbato algo chillante.

Recordando en el proceso las palabras de Sesshomaru, en muchas ocasiones lograba ser aterrador y bastante espeluznante, pero otras veces, era tan galante y tranquilo, acentuando lo atractivo que es, sin pensar, se llevó los dedos a los labios, percibiendo aquella calidez, la colonia impregnarse en sus fosas nasales, el escozor de aquel beso, sonrió ligeramente cerrando los ojos en el proceso, reviviendo otra vez el recuerdo de aquello en su mente.

Uno muy dulce.

Momoki la miro, maullando un par de veces sin obtener respuesta, miro con sus ojos amarillos el banquito, brincando sobre él, para después desplazarse a la barra y así comenzar a lamer a Kagome en el codo.

La joven se liberó de aquel pensamiento, mirando al gato con ternura, este, solo se paraba en sus dos patas, recargando las delanteras en el hombro de la contraria.

— ¿Qué pasa? — lo cargaba en brazos, tomándolo ligeramente de la cabecita, comenzaba a darle varios besos en la nariz.

El felino comenzó a ronronear, dejándose hacer por su ama, lamiéndole la boca y la nariz en el proceso.

— Ese gato está enamorado de ti — Sesshomaru presenciaba todo del otro lado de la barra.

— Claro que no, solo es un gato mimado. — le acariciaba las orejas.

GURENGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora