Las circunstancias no son nada favorables en la vida, y menos para Kagome Higurashi, una estudiante universitaria con un enorme corazón y un aura amable, con problemas de magnitudes descomunales, la única persona que la salva es su tío Sesshomaru, a...
*Esta historia tiene un alto contenido de violencia, lemon, lenguaje explícito.
*Lo escenarios que se usan son basados en cosas imaginativas, así como reales.
*Los personajes no son de mi propiedad son de Rumiko Takashi, solo son usados para crear ideas locas y bizarras.
*Historia de incesto, se recomienda mucha discreción.
*Si no eres fan de este género, favor de abstenerte a seguir leyendo, y retírate de forma cortes, sin dejar comentarios ofensivos ni atacar ni ofender a nadie, recuerda que es solo lectura y todos somos libres de imaginar lo que nosotros queramos.
*Si por el contrario decides quedarte, bienvenido a este mundo, toma asiento y disfruta de la lectura.
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capítulo 6 cerveza parte 2 + extra
— linda!, ese hombre se caracteriza por dos cosas, el miedo o la pasión. Y una tercera que pocos conocemos, tú lo entenderás a su tiempo.
— Sonrió dulcemente, cerrando los ojos, dejo ver aquellas pestañas tupidas. — ¡muchas gracias Jakotsu!
— No tienes por qué.
Ambos se observaron solo un momento, Kagome no pudo evitar acercarse y abrazarlo, acomodo su cabeza en el pecho de Jakotsu, sosteniéndolo fuertemente por debajo de las axilas, la sorpresa en aquellos ojos avellanas del mayor se podía apreciar en su totalidad, sonrió dulcemente, correspondiendo el abrazo de igual manera, recargado su mejilla en la cabeza de la menor, alisando aquel cabello negro que se enredaba entre sus dedos.
Era una sensación realmente relajante, para Jakotsu el que alguien lo mirase no solo como un travesti, si no como una amiga, alguien de confianza, y para la joven; el poder sentirse tranquila, sin miedos ni incertidumbres, era algo que necesitaba desde hace mucho tiempo.
Sesshomaru salía con aquel sujeto de su oficina, observando la escena, solo basto dos horas para que la confianza de su sobrina estuviera casi al cien con aquel afeminado, los ojos dorados escudriñaron cada centímetro, la posición, cuantas respiraciones daban por minuto, incluso la duración. Estaba claro que aquello no estaba bien, pero después usaría todo a su favor, Jakotsu le debía tantas.
Despidiéndose de aquella persona, se recargo en la pared, se podría decir que hasta se tomó el tiempo de prender un cigarrillo y darle varias caladas, hasta que el humo se comenzó a acumular, en ese momento se dieron cuenta de la situación, separándose lentamente, tomando el valor de voltear los rostros y contemplar los ojos del depredador.
— ¿Cómo les fue? — el abanico fue abierto, retirando el humo que le golpeaba en la cara.
— Bien — volvió a sacar humo.
— ¿ya nos vamos? — el cabello negro se ondeaba hermosamente cada vez que se movía — o ¿podemos ir a cenar con Jakotsu?
Ira total, trato de controlarse, trato por todos los medios de no decir ni actuar de manera indiscriminada, sus ojos se afilaron y el silencio reino por unos minutos, se estaba debatiendo mentalmente si actuar de manera agresiva o como un ser pensante, para sorpresa y razonamiento lógico, estaba ganando la primera.
