Las circunstancias no son nada favorables en la vida, y menos para Kagome Higurashi, una estudiante universitaria con un enorme corazón y un aura amable, con problemas de magnitudes descomunales, la única persona que la salva es su tío Sesshomaru, a...
*Esta historia tiene un alto contenido de violencia, y GORE en algunos casos, así como lemon, lenguaje explícito.
*Lo escenarios que se usan son basados en cosas imaginativas, así como reales.
*Los personajes no son de mi propiedad son de Rumiko Takahashi, solo son usados para crear ideas locas y bizarras.
*Historia de incesto, se recomienda mucha discreción.
*Si no eres fan de este género, favor de abstenerte a seguir leyendo, y retírate de forma cortes, sin dejar comentarios ofensivos ni atacar ni ofender a nadie, recuerda que es solo lectura y todos somos libres de imaginar lo que nosotros queramos.
*Si por el contrario decides quedarte, bienvenido a este mundo, toma asiento y disfruta de la lectura.
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Capítulo 28
Hermoso y dulce sueño
Una voz distante, una que solía conocer, hay una fuerza y está tratando de arrastrarme hacia abajo, si te vas, entonces me iré contigo ahora, no mires atrás, no queda nada por ver, solo deja las sombras en el pasado, si lo dejo pasar ¿puedo quitarme esta sensación? Así de simple, mañana es un día que nunca volverá. Aun que te pueda sentir, despiértame de este sueño.
Días antes...
El parche era retirado lentamente, aquel ojo aún estaba un tanto delicado, debido al fuerte golpe ejercicio por aquella mujer, Kagome parpadeo solo un poco al sentir el malestar invadir su globo ocular nuevamente, la luz le molesto.
— Duele — menciono llevándose la mano hasta tocar ligeramente con la punta de los dedos aquel parpado.
— Aún está un poco inflamado — Sesshomaru la miro, enmarcando la mandíbula de la joven con sus dedos.
— ¿Qué paso con ella?
— ¿Qué paso en tu brazo?
El de cabellos plateados desvió aquella pregunta, no iba a contestar algo que ni él tenía conocimiento, tampoco dar información sobre el paradero de Sara, su cabeza en ese momento solo podía imaginarse un sinfín de métodos de tortura para sacarle toda la verdad, una cosa estaba más que clara, no la dejaría ir viva, supo que la mujer no iba por algún trabajo o por alguien, era algo mucho más profundo.
