Libro abierto.

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El día siguiente fue mejor... Y peor.

Fue mejor por qué no llovió, aunque persistieron las nubes densas y oscuras; y mas fácil, porque sabía qué podía esperar del día. Mike se acercó para sentarse a mí lado durante la clase de Lengua y me acompañó hasta la clase siguiente mientras Angela lo fulminaba con la mirada. Me sentí halagado. Nadie me observaba tanto como el día anterior. Durante el almuerzo me senté con un gran grupo que incluía a Mike, Abigail, Angela y otros de los amigos de ellos. Empecé a sentirme como si flotaba en el agua en vez de ahogarme.

Fue peor porque estaba agotado. El golpeteo del viendo al rededor de la casa no me habia dejado dormir.
También fue peor por qué el Sra. Varner me dio la palabra en la clase de Trigonometría aún cuando no había levantado la mano y di una respuesta incorrecta. Casi fue espantoso por qué tuve que jugar voleibol y la única vez que decido pegarle y no apartarme, golpeé a dos compañeros de mí equipo.
Y fue peor por qué Kim Taehyung no apareció en la escuela, ni por la mañana ni por la tarde.

Que llegara la hora del almuerzo _y con ello las coléricas miradas de Kim_ me estuvo aterrizando durante toda la mañana. Por un lado deseaba hacerle frente y exigirle una explicación. Ya había imaginado cómo lo haría, mentalmente preparado para encararlo. Pero me conocía bien y sabía que no haría nada.

En comparación conmigo, el león miedoso de el mago de Oz, quedaba pequeño.

Sin embargo, cuando entré en la cafetería con Angela _intenté concentrarme y no recorrer la sala con la mirada para buscarlo, aunque fracasé_ vi a sus cuatro hermanos, por llamarlos así de alguna manera, sentados en la misma mesa, pero él no los acompañaba.

Mike nos interceptó en el camino y nos desvío hacía su mesa. Angela parecía feliz por la atención. Pero yo estaba incómodo mientras escuchaba su despreocupada conversación, en espera de que él apareciera. Deseaba que se limitara a ignorarme cuando llegara, y demostrar de ese modo que mis suposiciones eran correctas.

Pero no llegó, y me fui poniendo más y más tenso conforme avanzaba el tiempo.

Cuando al final del almuerzo no se presentó, me dirigí hacía la clase de Biología con más confianza. Mike que comenzaba a ser un poco más posesivo conmigo, me siguió fielmente hasta la clase.

Contuve el aliento en la puerta, pero Kim Taehyung tampoco estaba en el aula. Suspiré y me dirigí a mí asiento.

Mike me siguió sin dejar de hablar de un próximo viaje a la playa y se quedó junto a mí mesa hasta que sonó el timbre. Entonces me sonrió apesadumbrado y se fue a sentar al lado de una chica con un aparato de ortodoncia y un permanente horrible.

Al parecer iba a tener que hacer algo con Mike, y no iba a ser fácil. La diplomacia resultaba vital en un pueblo tan pequeño, dónde todos vivían pegados a otros. Tener tacto no era mí especialidad, y no tenía experiencia lidiando con chicas que fueran más amable de lo normal.

El tener la mesa para mí solo y la ausencia de Taehyung fue un gran alivio. Me lo repetí miles de veces, pero no lograba quitarme de la cabeza que quizá el motivo de su ausencia haya sido yo. Resultaba ridículo y narcisista creer que yo fuera capaz de afectar tanto a alguien. Era imposible. Y aún así la posibilidad de que fuera cierto no dejaba de inquietarme.

Cuando al fin las clases terminaron y desapareciera el sonrojo por el accidente de voleibol, me puse un pantalón de mezclilla y un suéter azul marino y me apresuré a salir del vestidor, feliz de poder esquivar por un momento a mí amigo Mike.

Me dirigí a toda prisa al estacionamiento, ahora lleno de estudiantes que salían a la carretera.

Me subí al auto y busqué en mí mochila para asegurarme de que tenía todo lo necesario.

Crepúsculo K.T×J.JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora