Port Angeles.

57 8 0
                                    


Abigail conducía más deprisa que Karl, por lo que estuvimos en Port Angeles a eso de las cuatro. Primero nos llevó a la floristería, donde la elegante mujer detrás del mostrador trató de persuadir a Allen para que comprara desde rosas hasta orquídeas. Allen fue rápida en escoger, pero Abi tardó un poco más en decidir que quería. La vendedora intentó convencernos de que cuidar hasta el último detalle era algo a lo que a las chicas daban mucha importancia, pero yo tenía la sensación de que ninguna iba a prestar realmente demasiada atención.

Mientras Abi discutía de lazos con la mujer, Allen y yo nos sentamos en un banco junto al escaparate de la tienda.

-Este... Allen- la aludida alzó los ojos, probablemente alertada por el tono de mí voz-

b-¿Sí?-

Intenté que la entonación tuviera un matiz indiferentemente curioso, como si me diera igual la respuesta que fuera a recibir.

-Este... ¿Los Kim faltan mucho a clase? Quiero decir, ¿es normal que lo hagan?-

Mientras contestaba, Allen miró hacia la ventana por encima del hombro, y estoy convencido de que lo hizo por ser agradable. Sin duda, se había dado cuenta de lo incómodo que me resultaba preguntárselo, a pesar de lo mucho que me esforzaba por aparentar indiferencia.

-Sí, cuando el tiempo es bueno agarran las mochilas y se van de excursión varios días, incluso el doctor. Debe de gustarle mucho la naturaleza, o algo así.-

No hizo ni una sola pregunta, ni tampoco algún comentario sobre lo patético que me veía por estar evidentemente enganchando con Taehyung. Allen era, probablemente, la chica más simpática de toda la secundaria de Forks.

-Vaya- respondí, y la dejé en paz -

Luego de un rato que nos pareció una eternidad, Abi finalmente se decidió por unas flores blancas con un lazo blanco bastante decepcionantes.

Cuando los pedidos estuvieron listos y pagados, sin embargo, aún nos quedaba algo de tiempo antes de que empezara la peli.

Abi quería ver si habían llegado algo nuevo a la tienda de videojuegos que había unos cuantos edificios más allá, al Oriente de la ciudad.

-¿Les importa si voy a hacer un encargo? Las veo en el cine -

-Claro- Abi ya estaba arrastrando a Allen calle arriba-

Me sentía aliviado de poder estar solo de nuevo. Excursión no estaba saliendo como yo había planeado. La respuesta de Allen había sido alentadora, sin duda, pero no podía obligarme a mí mismo a estar de buen humor. No había nada que me ayudara a pensar menos en Taehyung.

Quizás un buen libro sí que lo hiciera.

Encaminé dirección opuesta a la que ellas habían tomado, deseando estar solo. Encontré una librería un par de calles más al sur de la florería, pero no era lo que buscaba. Las ventanas estaban llenas de atrapasueños y de volúmenes acerca de sanación espiritual. Pensé en entrar para pedir la dirección de otra tienda, pero, en cuanto a vi al hippie sin cuentón que sonreía soñadoramente detrás del mostrador, me convencí de que no necesitaba entablar conversación con él. Podía encontrar una librería normal yo solito.

Empecé a pasear por otra calle, y de repente me encontré solo en una bifurcación que me confundió.

Esperaba estar encaminándome de nuevo al centro, pero no tenía claro si la calle iba a volver a doblar en la dirección que yo quería o no. Era consciente de que debería haber prestado más atención, pero no podía dejar de pensar en lo que había dicho Allen, y en el sábado, y en lo que se suponía que debía hacer si Taehyung no volvía. Y entonces alcé los ojos y vi un Volvo plateado estacionado (aquel era un todoterreno, no un sedán, pero aún así...) Y de repente me enojé. ¿Serían todos los vampiros tan poco de fiar?

Crepúsculo K.T×J.JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora