Cap. 15.- La reunión de Jiaolong

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En el último día del curso en Receso de las Nubes, diversos líderes de secta se reunieron en el lugar para recoger a sus discípulos. La razón: iba a llevarse a cabo la legendaria reunión de Jiaolong.

Este era un encuentro entre los jóvenes estudiantes de las diversas sectas, demostrando sus talentos en las distintas artes del combate. Esta reunión en específico tenía muchas expectativas por parte de los adultos: había muchos jóvenes talentosos y todos esperaban llevarse la victoria. Con suerte, alguno de ellos sería tan prodigioso que sobrepasaría la fama de la última reunión prominente, donde el vencedor había sido el Señor Demonio Zong Zixiao; 100 años atrás.

Dado que un encuentro de este tipo se lleva a cabo en la ciudad de la secta más prominente, en esta ocasión se llevaría a cabo en dos sitios: Qishan, hogar de la secta Wen, y Lanxi, hogar de la secta Wuliang. Había una segunda particularidad, y esta era que se permitiría la entrada en la competencia a las sectas demoníacas, de las cuales se presentarían solamente dos.

Fue cuestión de días para que los visitantes se reunieran en Ciudad sin Noche, el hogar de la familia Wen. Antes de subir, Zhou ZiShu detuvo a sus estudiantes y volteó hacia ellos, diciendo con seriedad:

—Vigilen sus pasos. Esta secta es peligrosa. Dediquense a cumplir con las indicaciones que les pidan en la competencia y no se dejen provocar por los Wen.

—Sí, Shifu —dijo Zhang Chengling.

Las miradas de los jóvenes se dirigieron a Wen KeXing, que sonrió al entender la pregunta muda en sus miradas.

—No, niños, esta secta no tiene nada que ver conmigo —dijo—. Si así fuera, las cosas serían muy distintas. Vamos, se nos hace tarde. No muestren demasiada curiosidad.

Eso, sin embargo, era imposible tomando en cuenta la cantidad de gente que estaría allí. Las primeras sectas que reconocieron fueron, obviamente, Gusu Lan, seguidas por Yunmeng Jiang, Qinghe Nie y Lanling Jin. Más allá, vieron varias otras sectas de las cuales, en principio, reconocieron solamente al monte Xuandu.

—¡Meimei, mira! —dijo Mo XuanYu—. Shen-shishu está allí.

—Mamá también vino —dijo Bai Qing con emoción.

Shen Qiao y Bai Rong conversaban tranquilamente, al lado de otra persona que parecía estar en desacuerdo. Mo XuanYu ladeó la cabeza y preguntó:

—¿Ese quién es?

—Li Buyu, líder de la secta Wuliang —dijo Xue Yang con desinterés, comenzando a señalar a varias otras personas—. El de la orilla es Xu Zhinan, líder de la secta Chungyan y la que está a su lado es Qi Mengsheng, líder de la secta Cangyu. El sujeto que parece inseguro de cómo actuar es Lan Zizhen, líder del Pabellón Xianyue. Y no, no tiene nada que ver con los Lan de Gusu.

—¿Tú cómo sabes eso?

—Es bueno averiguando cosas —dijo Wei Ying, añadiendo con orgullo—. Igual que yo. Mira a la mujer que se acerca al maestro Shen, ella es Zhao Chiying, líder de la secta Bixia; y el tipo que está cruzando es Yi Bichen, líder del Templo Chunyang, y el sujeto que se acerca a Lan Qiren es Ruyan Kehui, líder de la Academia Linchuan.

—Realmente hay mucha gente —dijo Lu Ta, un poco nervioso.

—Tú no te preocupes de nada, futuro Gran Chamán —dijo Xue Yang—. Estamos todos juntos en esto, ¿no?

—¿Quién es ese de allí? —preguntó Zhang Chengling de repente.

Mo XuanYu y Bai Qing hicieron gestos similares de disgusto.

—Ese es Yan Wushi, líder de la secta Huanyue —dijo él.

—Como que la gente tiene demasiada expectativa aquí, ¿no? —dijo Bai Qing.

—Bueno, imagina que el último vencedor de esta reunión que pasó a la historia se convirtió en el azote del mundo del cultivo —dijo Wei Ying, jugueteando con la borla de su espada—. Claramente la gente desearía hacer una nueva reunión de donde salga alguien con una fama más virtuosa.

Una vez estuvieron todos reunidos, el líder de Qishan, Wen Ruohan, apareció para dar la bienvenida a los visitantes, dejando todo en manos del menor de sus hijos, Wen Chao. El joven de inmediato explicó cuál sería la primera prueba de la reunión, que resultó ser una prueba de tiro con arco.

—Hay en la ruta una serie de fantasmas que deben dispersar con las flechas que tienen —dijo—. La secta que más fantasmas disperse será la ganadora.

Con una señal, los jóvenes se dirigieron al sitio de la prueba. 

Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora