Angel de los infiernos. «Corrigiendo»

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Susan.

─¡Elizabeth! ─Grité desesperada.

Junte mis manos en el aire entre lazando mis dedos y sin siquiera pensar comencé a golpear el campo de fuerza con toda mi fuerza.

Apretaba los dientes intentando no pensar en otra cosa que no fuera, en Elizabeth. Paré un segundo al sentir un líquido resbalar por mis muñecas. Y llegar a mi antebrazo. Sabía de qué se trataba. Pero mi vista estaba baja, con lágrimas nublando mi visión.

Sacudí mi cabeza y limpie mis lágrimas de forma tosca. No era momento para llora. Levante la mirada y pude ver unas grandes grietas en el campo, me sorprendí y me giré a ver a mi alrededor.  

Varios de ellos me observaron acercándose a mi a gran velocidad. Me puse de pie y volvi a golpear con toda mi fuerza el campo, al ver que algunos igual se dirigían a ella,  repetí mis acciones de forma desesperada al ver como ellos se acercaban a su cuerpo.

─¡No la toquen!─Led advertí de forma amenazante.─¡No!─Grité al sentir a varios de ellos sobre mi alejándome del campo, de un ultimo puñetazo logre crear un agujero en el campo. Pero ya era muy tarde, me tenían.
─¡Ariel!─Lo llamé, mientras intentaba soltarme del agarre de esas cosas. El se giro a verme con miedo en su mirada. ─¡Vete de aquí!─Le ordene casi rogando.

Negó con la cabeza, desesperada volví a ver al campo, donde las grietas parecían sanar, comencé a desepararme intentaron cubrir mi boca,  mientras ataban mis manos y detenian mi cuerpo...─¡Ariel! ¡Estaré bien! ¡Largo, vete por favor! ─Mi boca fue callada por una cadena que atravesaba esta y lastimaba mi rostro. Estaba llorando con impotencia.

Pude ver como tomaban a Elizabeth y como dos tentáculos de slenderman entraban a su boca, intente soltar mi agarre pero me era imposible, me sentía tan inútil, tan sola

Yo le prometí, que estaría a salvo.

Sus tentáculos sacaron de su boca una placa metálica y una pequeña gema roja parecida a un Ruby muy pequeño... Elizabeth no lo destruyo.

Caí de rodillas mientras comenzaba a llorar. Cerré mis ojos con fuerza mientras lágrimas caían de estos con desesperación... ¡No!

¡tú muerte no pudo ser en vano! ¡No pudo ser así!

Las lágrimas salían de mis ojos y la noche comenzaba a mostrar relámpagos y el viento frío era cada vez más fuerte. Un fuerte dolor se hizo presente en mi, estaba acabada si no hacia algo, no podía renunciar.

Dirigí mi vista a donde estaba Elizabeth y puse ver a Jeff golpeando el mismo lugar donde hace unos segundos,  yo intentaba ayudar.  Antes de que lo detuvieran el campo se rompió, era una especie de lluvia de cristales amarillos, Slenderman y su líder tomaron la gema y esta flotó por el aire.

Este atrajo todos los rayos de la luna en un solo lugar... la luz era intensa, cegante pero pude ver como Jeff tomaba el cuerpo de Elizabeth en sus brazos sin levantarla del todo, oculto su rostro en su pecho.

Escuche un disparo y como las cadenas de mis manos caían al suelo.
─¡Susan!─Ariel me ayudo a ponerme de pie quitando las cadenas con las que me retenian. ─¿Qué es lo que sucede?

─No lo sé.

─Vámonos ─Tomó mi mano pero yo me negué, solté su mano y corrí a donde estaba Elizabth.

Cuando llegué puse ver el cuerpo sin vida de Elizabeth y como Jeff tomaba sus mejillas─¡Sueltala!─La tome en mi brazos con dolor. ─¡Ella no merecía esto!─Dije entré lágrimas al ver sus ojos cerrdos y sus labios y nariz sangrando.

Al estar en la cima pude ver con claridada como las luces de la ciudad se extingian de forma acelerada. Mientras la tormenta se expandia con rapidez. ─¡Jeff! ¡Llegó la hora!─ Escuché mientras una cegadora luz blanca cubrió todo... Sentí mi cuerpo pesado y caí al suelo sin poder hacer nada.

Escuche como algunos igual caían, abrí mi boca desesperada por oxigeno pero sentía, que de apoco este se iba... Si en verdad estoy muriendo lamento el no haber pedido perdón. Mis sentidos me abandonaron y todo paso a ser oscuro... ¿Me pregunto si hay un cielo para mi?

─Susan─escuché un murmuro.

Me removi hasta que abrí de apoco mis ojos. Frente a mi estaba un chico, me era familiar... un segundo... ¡¿Kam?!, ¡Kam estaba frente a mi!

Me pide pie con torpeza observando a todos lados, ¿Estoy muerta?, ¿¡A dónde me fui!?... Árboles, solo veo árboles. ─Creí que seria peor.

─¿Qué cosa?─Escuché la voz de Kam... Me abalance sobre el y lo abrace con fuerza.

─¡Dios Kam! ¡Creí que jamás te volvería a ver!

─Lo mismo pensé ─Paso sus manos por mi espalda.

─¿Dónde estamos? ¿Dónde está  Ariel?─Dije asustada, tenía los nervios en mi límite.

─Estamos en un lugar seguro y Ariel, está con...─Se aclaro un poco la garganta─Será mejor que lo veas tú.

Asentí de forma lenta y con suayuda llegamos hasta un cuarto, al parecer estaba en un hospital --- Él esta adentro.

Tomé el pomo de la puerta notando que mi ropa solo era de hospital,  eso no me gusto mucho. Al abrir la puerta observe lo que me hizo sentir como si me mataran desde dentro... Ariel estaba herido con algunos cables conectados a él, mis ojos se humedecieron y retrocedí.

─Estas equivocado... Kam llévame con Ariel ─Supliqué.

─Susan sé que es difícil...

─No─Interrumpí.─¿Qué es lo que tiene? Quien sea el responsable ¡Juro que lo va a pagar!─Caí sobre mis rodillas mientras gotas caían desde mis ojos hasta el piso.

¿Pero que decía?, si yo había buscado proteger a Kam,  y le dije a Elizabeth que no le pasaría nada... y ahora Ariel... ¡Todo estaba perdido! ¡Todo era mi culpa!, si yo huera hecho algo a tiempo... Cerré mis ojos con fuerza y me senté en el suelo intentando detener el llanto... Elizabeth.

Unos brazos me abrasaron intentando consolarme... Kam,  al menos tú estas aquí. Me deje consolar un segundo mientras escuchaba el pitido de la maquina a la que estaba conectado Ariel. Levante mi vista y pude leer frente a la cama.

Ariel, Estado de coma desde hace un mes... Me abrace más a Kam con nuevas lágrimas brotando de mis ojos.

─Él, las trajo hasta aquí Susan.

─Yo lo amo, Kam.─Solloce y el me abrazo con fuerza.

"Te prometo Elizabeth que mientras yo siga con vida,  protegeré lo que tu más has amado con mi vida... no te volveré a fallar, lo juro".

Pasadas unas horas estaba caminando a otra sala, Kam me había contado como encontró a Ariel,  al parecer él estaba buscando a Elizabeth desde que ambos se separaron en el bosque, y dice que tiene muchas cosas que aclararme pero ahora... Abrí las puertas de la sala a la que sabía que estaría. Una camilla con una sabana blanca cubría su cuerpo, simplemente me paralice. Esta vez le llore en silencio a un ángel que eligió su final.

Mientras en mi cabeza se quedaba grabado.

"Te guro que tu muerte no habra sido en vano".

Grados bajo cero «Jeff The Killer»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora