22. Débil.

972 88 4
                                    


Elizabeth.

Estoy frente al puente viejo, sin duda alguna esto ya me esta cansando... veo a Kam llegar junto a Susan al puente a la hora que pactamos la primera vez. ¿Qué le habra dicho? ¿Acaso sabe lo soy ahora? Siento un fuerte calor recorrerme completa. No me acercó lo suficiente porque ayer pude sentir como Susan me observaba sin problemas desde su sitio, hasta quince metros de donde yo me encontraba.

Susan no es normal... Ella es como yo, y aun no sé que paso cuando me sacó de aquel laboratorio, pero prefiero morir con la duda... No es ya solo por Kam si no que... algo no esta bien.

—¿Nos vamos?—Preguntó Susan observando a Kam.

—Supongo que si... ya casi va a amanecer—El estado de Kam era horrible profundo cansancio en sus ojos, cabello sin brillo y piel sin vida.

Intente no pensar en él. Pero esa imagen me estaba partiendo el corazón. Quizá por eso iba a verle, para asegurarme de que perdiera la esperanza en mi.

Jeff tenía razón cuando dijo que solo los tenía a ellos... Kam, él... se cansará de esperar. Mis padres me dieron por muerta y mi única amiga... no estoy segura de sus intenciones. De apoco he sentido como una coraza dura se a formdo en mis sentimientos, aunque no he matado, Slenderman dice que aun sigo siendo como ellos.

Y... aun no lo entiendo.

Kam camina un poco y comienza a alejarse sin esperar a Susan.

—Baja de una vez que debemos hablar, Elizabeth —Exige furiosa caminando hasta el extremo del puente donde me oculto.

Me tomó un momento y salgo de mi escondite hasta estar frente a ella. — ¿Qué pasa? —Preguntó con neutralidad.

—Wow—exclama sorprendida—has... cambiado —Dice observandome mejor.

Ya hace una semana mi cabello perdió color hasta quedar casi completamente blanco y mis ojos son una fuerte mezcla de azul y dorado, mi piel de poco a poco dejo su anterior consistencia hasta casi volver a verse humana.

—Lo sé... soy diferente —Digo con fingido orgullo las palabras con las que Jeff me describió.

Ella ríe entendiendo que finjo y luego dice con tono burlesco —Estar sola en el bosque te hizo mucho daño ¿Eh?,— Su tono cambia de apoco a uno mas serio—Vamos Elizabeth, no sabes lo que te pasa... esto no se soluciona dandote por muerta, tal vez yo te pueda ayudar.

Intento pensar en lo que acaba de decir pero algo me distrae.

—Pero ella no necesita tú ayuda —La voz de Jane nos sorprende a ambas.— Elizabeth ve al bosque—Me ordena.

—No puedes darme ordenes—Me quejo.

—Elizabeth, ve-al-bosque —Exige recalcando la orden.

Me cruzo de brazos y al instante siento como toman mi brazo y me tiran hacía el suelo, cuando impacto con el hielo el ruido de un disparo queda flotando en el aire. Levante temerosa la mirada y pude ver a Jeff que me observó de una forma que podía hacer nacer escarcha en mi cuerpo.

Eeyeless Jack apareció del otro lado del puente empujando a Kam, que cayó al suelo soltando el arma.

Mi cuerpo tembló y pude ver a Susan asustada, ella no sabía nada. Solo de la existencia de Jeff.

Jane me observó y sin decir nada repitió su orden, me puse de pie algo encorvada y Susan me observó con miedo. Un profundo dolor de cabeza me hizo arrodillarme llevando mis manos a mi cabeza intentando pensar.

«Sal ahora mismo de ahí, Elizabeth» Respire con dificultad reconociendo la voz se Slenderman. Me puse de pie y corrí adentrandome al bosque.

¿Por qué no me dolía dejarlos con un monton de asesinos en serie?

«Porque se lo merecen. Ambos... ¡Querían matarme!» Gritó mi mente.

Un fuerte dolor en mi pecho me hizo detenerme mientras presionaba mi pecho, pero no era el dolor de la traición, era algo más fuerte, algo que ya había sentido... mi vista se nublo y caí al suelo de lleno.

—wow, Eli, ¿Elizabeth, estas bien?—Escuchaba la lejana voz de Toby y su silueta borrosa me levanto.

Sentía mi cuerpo volar, ¿O yo estoy muriendo?

Mi respiración era muy pausada, y mis ojos se cerraron... estaba tan cansada de todo, que si esa era mi muerte, la estaba aceptando sin protestar.

.

Un sonido bastante chillon interrumpió mi profundo sueño, me levante abriendo de apoco mis ojos.

Me puse sobre mis codos y pude ver a Jeff con una mirada que me paralizo. Cuando reaccione me hice un obillo contra la pared. Eso hizo que su gesto se enduresiera más.

—¿Qué fue lo que te paso? —Preguntó casi por obligación.

—¿En verdad te importa?—Dije molesta, pero no podía estarlo seguro ya noto que muero de miedo.

—Tienes razón, no me interesa—Se alzo de hombros con indiferencia.

Al pasar la vista por el lugar note que era una habitación con sangre y yo estaba en el suelo... aferrándome a una manta en un rincón.

—Creo que desearas ver algo—Se acercó y tomó mi brazo con fuerza, mientras sentía como mi estomago se oprimía.

Frente a un espejo sucio y lleno de sangre me dejo caer como si fuera una muñeca. Mis ojos picaron con dolor y mi cuerpo dolía un infierno, me puse sobre mis brazos y pude verme a media luz, mis manos se vieron con piel... piel trigueña y calida... me giré con rapidez al espejo y toque mi rostro... unas pequeñas raíces negras nacían de mi cabeza pero mi cabello era completamente blanco, mi piel era entre su color natural y el blanco, y mis ojos eran dorados. Hasta ese momento me di cuenta que estaba desnuda, pero la verdad poco me importo... la sabana cubría levemente mi cuerpo.

Mis manos temblaban en mi rostro y unas cortadas en mis manos me hicieron verlas con mas detenimiento... pero no había nada, me volví al espejo y ahora estaban en mi rostro, de pronto me di cuenta que estaban dibujadas en el espejo... Mis ojos se dilataron y pase mi mano por el espejo.

—Creo que ahora puedes volver será muy fácil pasar desapercibida— Sentencio Jeff —Ahora vete.

«¿Irme?»

—No puedo—Tartamude con inocencia y él frunció el seño.

—¿Por qué no?—Preguntó con agotamiento.

—Mis padres ya me dieron por muerta, y mis amigos quisieron matarme.

«Y hace tan solo muy poco, pensaba que el mounstro eras tú» evite agregar.

—Bueno, nada será diferente si te quedas.

Sentí picor en mis ojos y las inmensas ganas de ponerme a llorar.—Por favor Jeff—Supliqué—Ya no tengo nada—
Dos lagrimas escaparon de mis ojos, era patética... y él lo sabía.

—¿Quieres quedarte?—Pregunto incrédulo.

Asenti levemente, mis emociones volvían de golpe y mi único deseo era llorar para sacar todo mi dolor, pero no podía, no lloraría.

—No ganas nada quedándote. ¿Lo sabes?—Se sentó a mi lado.

Lo medité un poco.

—Yo solo quiero saber, que es lo que debo hacer—No pude más y me puse a llorar con amargura, en silencio y con mucho dolor.

—No seas débil—Me reprendio con fuerza.

Me sente en el suelo cubriendome con la manta.—Soy débil—Admití sin pensar, y de pronto una idea cruzo por mi mente—Jeff... quiero que me mates.

Grados bajo cero «Jeff The Killer»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora