27. Deudas

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Jeff.

Levanté los costales del suelo comenzando a caminar, mientras Jane me observaba asegurándose que cumpliera mi entrenamiento. En el mundo ya tenía la vida, ahora necesitaba la condición física. No muy grande, mejor dicho si deseaba ser hábil y veloz, la masa muscular en exceso podría jugar en nuestra contra, no muy pequeño y sobre todo fuerte, no tener escrupulos, no pensar en que dolera, soportar todo dolor.¡Ja!. ¿Dolor? creo que llegó el punto donde ya no tengo el gusto de sentirlo. Solo un loco soportaría un infierno así, nunca dormir, nunca vivir, nunca ser libre de las malditas cadenas que até a mis tobillos para servir a un ser que acabaría con todos a la vez. Ahora que lo pienso ¿Qué tanto me valió vivir? ¿Qué tanto si yo vendí mi alma?

Al terminar me giró para ver a Jane.

Lo que le hice, lo que hice con Elizabeth... Maldita sea ella... Arruinó todo. Y más de una vez me pregunto el porque no pude matarla, ella usó trucos sucios y baratos... y ¿En verdad sirvieron?

Llevó mis manos a mi cabeza con frustración, la sensación de irá recorre mi cuerpo de tal manera que siento las venas de mi cuerpo encenderse de tal menera, que no sabía que era posible. Intento calmar la ansiedad que nació en el momento en el que pensé en... ella.

Es tan malditamente frustrante.

¿¡Qué era lo que deseaba!? ¿¡Amor!?

Yo sabía que ella amaba a Kam.

Ese maldito imbécil... humano corriente e inservible. Solo nació para morir.

Sin darme cuenta ya había caminado hasta donde Kam y Susan estaban atados aun. La apariencia demacrada de ambos la pase por alto. Eso no me importaba en lo más mínimo. Tomé al tipo del cuello de la camisa, que con algo de dolor pudo abrir sus ojos y sin esperar una respuesta o señal de vida lo golpe en la cara un par de veces.

-¡Jeff!-Escuché pero no me detuve, hasta que sentí como me quitaron a la fuerza tomandomis manos alejándome de él.

Al girar mi cara pude ver a Jack y a Toby tomando mis brazos, mientras Jane veía al sujeto.

-¿¡Qué diablos te pasa!?-Gruñó Jane. Acercándose a mi con furia impresa en sus ojos.

-Solo quise desahogar tensión-
Escupí soltandome de ambos.

- ¡No tengo tiempo para idioteces!, y eso es lo único que haces.-Giró su vista y suspiro relajando sus hombros. -Si quieres matalos, pero eso no hara que ella vuelva.

Apreté mi boca con frustración. ¿¡Ahora de qué hablaba!?

-¡No sé de que rayos hablas!- Levanté la voz escuchando como, Toby y Jack se marchaban del lugar.

Jane rodó los ojos y apunto a Kam.-
Él-Habló con autoridad-No causó que Elizabeth se fuera. Tú la inyectaste. Sin tener una mínima idea de lo que eso provocaría en su ser. ¡Tú Jeff! ¡Tú y tu maldito egoísmo!-Gritó con dolor en su voz. Eso me hizo relajar mi semblante que ya mostraba odio e irá acumulados.-¡Dime Jeff! ¿¡Es tanto tu maldito miedo que no puedes hundirte solo!?-Observé como comenzaba a temblar y bajo su mirada mientras sus manos mostraban venas por la fuerza que estaba ejerciendo para controlarse. Hasta que escuché un sollozo.

Eso hizo que todo lo que quedaba en mi hasta ahora se derrumbara de apoco, sí, es verdad que yo... Por mi causa todos los que llegan a rodearme sufren. Un recuerdo fugaz recorrió mi mente.

Mi hermano. Mi hermano que hasta el último momento vió por mi... Una luz de comprensión inundo mi mente un segundo. Jane. Por un segundo la pude ver con tranquilidad. Yo la hice fuerte. ¿A qué precio? Ella no puede matarme cuando sé que daría lo que fuera para ver o escuchar las palabras Jeff murió.

Pero mi vida no ha sido más fácil que la de ella.

Apretó mis puños, y trató de evitar ese latido tan molesto que quiere iniciar mi corazón. Me giro y con la mente en blanco comienzo a caminar.

No puedo dejar que mi corazón hablé por mis acciones. Eso solo me haría sufrir. Y el dolor del alma es tan duro y difícil de sanar que en ocaciones es imposible.

.

Estoy en total silencio, en calma. los vientos helados de la ciudad seguían surcando todo mi ser.

Que tranquilo.

Todo era silencio, los crujidos normales del bosque son tranquilos, los animales se pasan de un lado para otro. sin duda todos los sonidos crean la melodía de la paz. Yo solo tengo una vista a un lago de agua cristalina, oscura por la noche, ligeramente iluminada por la luz de la luna.

-Jeff - Escuchó detrás de mi. Una voz fría y molesta pero muy silenciosa.

Me giré pensando lo peor. Al momento la veo. Y no. ¡Joder! no es verdad. ¿Qué digo? Sí, la estoy viendo.

-Elizabeth-murmuré de forma incrédula.

Ambos nos observamos un momento, tal vez incredulos ya que, yo pensaba que todo había terminado en aquel lago.

«¿Acaso volvio por Kam? »

La repugnancia llegó a mi. No puedo creer eso. Se supone que BlackIce no tiene sentimientos.

-Jeff, vine a...-Observó hacia el bosque y después a mi, su rostro se volvió oscuro y sin sentimientos.- Jeff, quiero acabar con los que nos une aun... Quiero a mis amigos, dejalos ir.-Exigió.

Mi rostro se endurecio.

volvió... por él.

-Aun no. -Me negué con sencilles.- Slenderman necesita de ambos. Eso no lo debes arreglar conmigo.-Me giró una vez más al lago.

Pasa un rato hasta que siento su ausencia. Pero al momento siento como sus delgados dedos pasan por mis hombros. Antes de que hable gira muy lento mi rostro y junta nuestros labios, en un beso tranquilo y pausado. Siento su cuerpo pegarse detrás de mi y sus manos por mi cuello y mejillas.

Respondí el beso y pasados unos segundos nos separamos, la veo caminar unos pasos adelante.

«¿Qué acaba de pasar?»

Giró mi mirada sintiendo el frió en mis labios. Sin duda... tal vez... los de Elizabeth serían más tibios.

-Slenderman quiere que siga adelante-Habla tranquila, pero con su tono distinto al neutral. Nerviosa.

-Hazlo.-Le sugiero con facilidad.

Gira un poco su vista y me ve sobre el hombro.

-Eso haré.-Susurra.-Tengo una deuda pendiente.

Grados bajo cero «Jeff The Killer»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora