Capítulo 8: Música por todos lados

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Me pareció escuchar mi voz provenir de una de las flores, pero creo que solo lo imaginé, ya que la sala está llena de susurros causados por las mismas.

Antes de ir a la siguiente habitación, Papyrus llamó y dijo que la opinión de su amiga hacia Frisk era bastante... Asesina.

Que sepa que nuestra opinión sobre ella también es asesina.

Luego de cortar, seguimos escuchando la conversación de Chara con el otro niño y nos detuvimos en un cartel.

* "El poder de tomar sus almas. Ese es el poder que los humanos temían"

Después, nos encontramos con una cebolla llamada Onionsan, que hablaba sobre que se encontraba sola ya que sus amigos estaban en un acuario. También mencionó querer ir al océano.

Nosotras podemos mandarla a un lugar mejor.

En la siguiente sala, luchamos con Syren. Hicimos un concierto que fue todo un éxito, monstruos nos lanzaban calcetines e incluso Sans comenzó a vender entradas de papel higiénico... ¿De dónde salió? ¿Acaso nos siguió?

Hablando de seguir, hace un tiempo me di cuenta de que Flowey nos venía siguiendo desde que dejamos las ruinas y se lo conté a Frisk... ¿No se cansa de molestar?

Había un cruce de caminos, por lo que primero fuimos a uno en donde había... ¡Un piano! Qué coincidencia. ¿Acaso me voy a encontrar con todas las cosas que me gustan en este lugar?

El instrumento parecía formar parte de un puzzle, así que decidimos buscar la respuesta en otro sitio. Gracias a esto, nos topamos con una estatua a la que le caía lluvia encima, y como más allá vimos paraguas, buscamos uno y se lo pusimos.

Al hacerlo, una melodía comenzó a sonar y aparecieron las notas que deberíamos tocar en el instrumento anteriormente mencionado, por lo que regresamos con él.

Una vez ahí, le indiqué a Frisk qué tocar y una pared se movió, dándonos paso. Entramos y había un artefacto legendario, quisimos tomarlo pero...

* Llevas demasiados perros.

¿Perros? ¿Tenemos cara de llevar perros en nuestros bolsillos? Aún así, había algo extraño doblado en uno de los bolsillos del niño. Él lo desplegó y ese perro blanco de antes apareció, absorbiendo el artefacto para luego marcharse como si nada.

___: ...

Frisk: ...

___: Ese perro y yo tenemos asuntos pendientes - Dije sin más.

Ya de nuevo con el piano, quise parar para poder tocar algo, si es que se podía. Para mi sorpresa, así fue, no atravesaba las teclas o algo así, y el sonido era captado por los demás, no solo por Frisk. ¿Cómo lo sé? Las teclas se movían cada vez que las tocaba y pudimos escuchar las voces de los monstruos en otra sala, hablando sobre lo raro que les parecía que alguien tocara ese piano solitario.

Traté de recordar como era la canción que sonaba en algunas ocasiones con Toriel, la busqué en los archivos descubriendo que se llamaba "Fallen Down", y para mi suerte, ¡traía la partitura! Así que no tendría que intentar darle a la nota correcta. Aunque llevo varios años tocando el instrumento, no tengo del todo oído absoluto.

Así pasamos unos momentos de relajación en esa habitación hasta que decidimos avanzar. Al salir de ahí, los monstruos no podían dejar de alagar a Frisk por lo bien que tocaba el piano, de contarle que lo habían escuchado y que les parecía una bonita canción. Daba risa como al niño le daba pena tener que recibir él los alagos, cuando no había tocado.

Frisk: Me gustaría que pudieran verte y decirles quién era la que tocaba tan bonito.

___: Ay, no pasa nada. Ni que hubiera escrito yo la canción, solo leí las partituras... Aunque a mí también me gustaría que pudieran verme, entablar conversaciones con ellos y ser su amiga, como tú lo haces.

𝐏𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫 // ⁽ˢᵃⁿˢ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora