Advertencia: Este capítulo tiene mención a temas delicados tales como pensamientos suicidas e intento de suicidio. Se recomienda discreción al leer.
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___: Será mejor que sigamos caminando y guardemos... - Me quedé callada cuando giré mi vista hacia donde se suponía que debía estar la estrella dorada - ¿Nuestra partida?
El punto de guardado no estaba.
Frisk: ¿Aquí no había...? - Preguntó algo confundido, sin terminar la frase.
___: Sí, había - Recalqué el pasado.
Frisk: Pero, ¿entonces por qué no está? No querrá decir nada malo, ¿verdad?
___: Créeme que estoy igual de confundida que tú, pero no tengo idea a qué se deba esto. Espero que no sea una mala señal de algo...
Decidimos ignorarlo y seguir adelante, pero mi cabeza no dejaba de pensar en ello. Intentaba convencerme de que todo estaría bien y que no era algo tan importante, de todas formas habíamos guardado la partida en el laboratorio. Sin embargo, un pensamiento no se iba por más que lo intentara. Quizá, esto no era del todo malo, ya que podría ayudarme con lo que tengo planeado. Aunque lo más probable es que no, pero no lo descarto...
Cuando quise acordar, ya estábamos entrando en la casa de Asgore, así que doblamos a la derecha y nos dirigimos al primer cuarto del pasillo. Me llevé una sorpresa al entrar cuando vi que habían 4 regalos en el suelo.
___: ¿Por qué hay tantos? - Pregunté confundida.
Frisk: No lo sé... ¿Será porque somos dos ahora? - Dijo con una sonrisa - Obviamente los otros dos son para ti - Se acercó a las cajas.
___: ¿Para mí...? - La sorpresa se notaba en mi voz - Bueno, veamos qué hay entonces.
Nos agachamos en el suelo, cada uno tomando sus respectivos regalos, que estaban etiquetados como "Para el humano" y "Para la humana".
___: A la cuenta de tres, ¿ok? - Hablé con emoción, por lo que el otro asintió con una sonrisa - Uno, dos... ¡Y tres!
Abrimos las dos primeras cajas, viendo que dentro de ellas habían dos medallones de corazón dorados iguales para cada uno. Sonreímos felices y nos lo colocamos.
Mi mirada se dirigió a los otros dos regalos que quedaban, sintiéndome algo nerviosa. Se suponía que lo que seguía era un arma, así que no sabía cómo sentirme con eso.
Abrí lentamente la caja, quedándome fascinada por lo que estaba viendo.
* Encuentras un par de zapatillas de ballet. Parecen nuevas y hechas a tu medida.
___: No puede ser... ¡Son hermosas! ¡Y son de punta! - Exclamé alegre - Que arma más bella me ha tocado - Dije bromeando.
Las zapatillas tenían detalles dorados a lo largo y en el final había un corazón rojo bordado. También, las cintas eran de una tela un poco transparente de color dorado.
Miré el regalo del niño y me trajo malos recuerdos, pero igualmente era bastante bonito. En sus manos tenía una daga con un mango de color carmesí junto con detalles dorados iguales a los de mis zapatillas. Al final del mango, también tenía un corazón rojo y la hoja de la daga era de un plateado hermoso en el cual podías ver tu reflejo.
___: Cuidado con lo que vayas a hacer con eso, ¿sí? Recuerda que solo es para cortar plantas - Bromeé mientras revolvía su cabello.
Frisk: Tú ya sabes que me la llevaré pero realmente no la usaré - Respondió fingiendo estar ofendido.
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𝐏𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫 // ⁽ˢᵃⁿˢ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃ⁾
Fanfiction¿Qué harías si todo lo que amas se te es arrebatado en una noche? Una joven estudiante perfeccionista consigo misma y un niño determinado serán la clave para la libertad de una raza entera. Ellos harán lo imposible para darle a sus nuevos amigos la...
