Capítulo 36: Conociéndolos de nuevo

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Mi alma salió de mi pecho y entramos en una lucha.

No me preocupaba por eso, sabía que solo tendría que demostrarle que podía pasar ese tipo de dificultades. Y si ella no estaba realmente empeñada con no dejarme ir, sería más fácil entonces. El problema era, que estaba un poco nerviosa por que algo saliera mal. Temía que pudiera perder el control sobre mí misma como otras veces y todo se fuera abajo.

Aunque hace bastante no pasaban esas cosas, ella ya me había dejado en claro que en cualquier momento podría ocurrir. Que ella seguía muy presente, ahora más que nunca diría.

Por lo que me concentré en el combate para evitar esos inconvenientes. Todo iba bien, hasta que de repente, cuando estaba por pulsar el botón de PIEDAD, un recuerdo fugaz vino a mi mente. Era yo seleccionando la opción de LUCHAR y haciendo que el niño atacara a Toriel, matándola de un golpe. Me hice para atrás algo asustada, por lo que la otra se preocupó un poco. Sin embargo, recuperé rápidamente la compostura para seguir con lo planeado.

Finalmente, la batalla terminó de la mejor manera posible. La cabra comprobó lo que quería, y ahora me dejaría ir.

Se acercó a mí y me abrazó fuertemente sin lastimarme. Yo correspondí el gesto con una sonrisa. Al separarnos, vi que tenía una pequeña lágrima que limpió de inmediato.

Toriel: Cuídate mucho allá afuera mi niña...

___: No te preocupes, lo haré... - Tomé una pausa - Toriel... A pesar de que pasamos muy poco tiempo juntas, lo disfruté bastante. Espero que nos podamos volver a ver luego... - Ella sonrió dulcemente.

Toriel: Claro que sí... Y si encuentras al otro niño, tráelo contigo también - Habló algo triste.

___: Por supuesto - Asentí con la cabeza. La cabra estaba por caminar, pero paró al recordar algo. Me vio con nostalgia y melancolía.

Toriel: ¿Sabes? Me recuerdas a alguien que conocí hace mucho tiempo... - Dijo cabizbaja.

Obviamente, casi lo olvido. Era seguro que yo le recordaría a ella, ya que nos parecemos de cara. Solo que yo con unos años más...

Finalmente, se dirigió a la salida y volteó a mi dirección.

Toriel: Adiós, mi niña.

___: Adiós... - Saludé con mi mano.

La observé marcharse a paso lento. Yo me giré y comencé a caminar, soltando un suspiro.

Ignoré el hecho de que Flowey no estaba y pasé de largo a la puerta. Al intentar empujarla, me di cuenta de que era más pesada de lo que pensé. Antes, por lo menos la pujábamos entre dos.

La abrí por completo y como siempre, el maldito frío me pegó más fuerte que mi mamá enojada. Di un gran escalofrío, para luego avanzar rápidamente.

En eso, algo se me vino a la mente. ¿Sans estaría por aquí? Lo dudo, ya que seguramente anda cerca del niño, por Waterfall. Aún así, no podía evitar sentirme observada, pero no importaba cuántas veces volteara, no había nadie. Supongo que era la costumbre de pasar por este largo camino de nieve.

Llegué al puente de madera y lo crucé. Nada pasó, y nadie vino.

___: Oh... - Dije curiosa.

Simplemente me dispuse a seguir caminando. A la vez, me abrazaba a mí misma por el frío que tenía. No sé si era mi impresión, pero creo que el clima se siente con más intensidad que antes. Es algo parecido a lo que ocurrió con la comida, tal vez era una consecuencia de ser un fantasma.

Pensé en que, al conservar aún los poderes de modificar códigos, podría hacerme el abrigo del que hablamos antes con el niño. Al principio lo dudé un poco, pero finalmente decidí llevarlo a cabo. No quería morirme de frío por vaya a saber cuánto tiempo.

𝐏𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫 // ⁽ˢᵃⁿˢ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora