BEA
Los momentos en los que recuerdo que más mal me sentí en la discoteca fue cuando le contesté de malas formas al pobre de Jaden. Después de tantas llamadas de parte de Izan y unos cuantos mensajes de amenazas para que le cogiera el teléfono, no cesó nada de calma en mí.
Estaba muy nerviosa esa noche, no solo por las llamadas de Izan, sino por el acercamiento que tuve con Jaden, acercamiento que provoqué yo dos veces: cuando salió a fumar y cuando le pedí que me llevara.
Ahora estoy desayunando los cereales de chocolate con leche que compró Kenna antes de irnos a pasar la noche más incómoda de toda mi vida. A decir verdad, es la única noche en la que he podido salir, nunca he ido a una fiesta. En mi pueblo las fiestas son como los cotilleo más grandes de todo el año, no me gusta chismorrear mucho por lo que no me veo en un ambiente como ese.
Paré la cuchara en el aire al escuchar las voces que pegaba Kenna por el pasillo. Llevaban toda la mañana peleando ella y su novio, esto era algo realmente insoportable.
Que ponga en el folleto la próxima vez: compañera ruidosa y descuidada, para que lo sepáis antes de pagar nada.
Rodeé los ojos en cuanto los vi saliendo del pasillo.
—Solo te estoy diciendo que te controles la próxima vez —explicó Mark mientras se ponía la camiseta.
—No me digas que tengo que hacer —reprochó Kenna quitando de nuevo la camiseta a Mark.
Él suspiró con unos ojos cansados, cansados de llevar toda la mañana gritando con su novia.
Cansada tengo que estar yo...
—Deja mi camiseta en paz —soltó en un pequeño suspiro.
—No —negó Kenna tirándome la camiseta a la cara.
Nada, tengo que aguantar los va y viene de estos dos. Y encima me tengo que tragar que me tire una camiseta a la cara y me manche el pantalón de chándal con la leche de los cereales.
—¡Joder! —grité sin pensar, pero nadie se dio cuenta.
Ellos siguieron peleando y yo seguí escuchando mientras llenaba mi estómagos de cereales con leche, un desayuno que mi madre odiaba que ingiriera por las mañanas y a cualquier hora del día; de que tiene muchas calorías y mucha mierda en su ingredientes...
—No puedes ponerte como te pusiste ayer, es malo para tu salud —habló Mark con tranquilidad y suavidad. Conociendo el carácter de su novia, es normal que hable de tal forma.
—¡Que no! —gritó dando un salto.
—¡Vomitaste durante toda la noche! —gritó Mark perdiendo la paciencia.
—¡Eso es normal!
—¡No es normal!
—¡Cuando una está embarazada sí! —gritó Kenna callando a Mark.
Ambos quedamos con la boca abierta y con los ojos como platos a la respuesta que dio Kenna sobre su vomitona de anoche.
—Estas... —intentó decir Mark con el shock del momento.
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Todas mis lágrimas
Teen FictionBea Traver se mudará a una ciudad donde compartirá apartamento con una chica, una chica que le hará enloquecer cada día que pasé con ella. Su escapada del pueblo se debe a varios motivos, así queriendo dejar atrás todo lo vivido. En la nueva ciudad...