Penúltimo capítulo
JADEN
Abrir los ojos y encontrar al amor de tu vida entre tus piernas al completo desnudo es algo que no puedo describir. Al principio, ella no quería dormir desnuda, pero nadie podría entrar y la única ventana que hay arriba es la de mi cuarto, cuarto que eché con llave antes de salir para poder hacer lo que hicimos.
Oí unas cuantas pisadas ayer por la noche, por lo que le escribí un mensaje a María para preguntar si todo estaba bien, ella me contestó que tengo a una chica muy obsesiva detrás. Cuando leí ese mensaje rodeé los ojos al saber que Mia me había buscado por toda la casa.
Al recordar aquello, cogí el móvil y lo encendí. mientras mi mano acariciaba la espalda desnuda de Bea. Todavía no me creo que pudiera hacer algo como esto después de saber como es Bea con el tema de tapar su cuerpo. Su cuerpo es la escultura más bella que un ser humano, incluso un dios puede apreciar tal belleza y enamorarse locamente.
Al abrir la pantalla del móvil me encontré con miles de llamadas de Mia, llamadas junto con miles de mensajes preguntando si estaba bien y en dónde me había metido. Creo que paró cuando se dio cuenta de que Bea tampoco estaba. No puedo creer la obsesión que tiene esta chica en mí. Joder, hay más chicos a los que agobiar en esta ciudad.
Entré en los miles de mensajes que me había dejado y escribí con rapidez para dejar aclarado de una vez el maldito tema de su obsesión conmigo. No me hace gracia que esté con ese comportamiento. Me incomoda mucho el solo saber que ella está presente.
Mia, no quiero nada contigo. Déjalo, por favor
No quise ser borde. No estoy de mal humor sabiendo que tenía a una persona tan preciada a mi lado. Miré de reojo a la hermosa figura que tenía sobre mi cuerpo. La verdad es que no me creo que una chica tan guapa con ella se haya fijado en mí. Es muy difícil que una diosa se fije en un mendigo como yo.
Cuando eché de nuevo la vista al móvil, me di cuenta de que había leído el mensaje y, sin esperarlo, me bloqueó. sonreí de oreja a oreja al saber que no me iba a molestar más. Por fin voy a estar tranquilo con el verdadero amor de mi vida.
Escuché como resoplaba por la nariz. Seguro que está teniendo un sueño algo erótico conmigo. Notaba como sus piernas se movían con lentitud y sus pequeños suspiros eran como gemidos.
El verde de esos preciosos ojos, ese verde pardo que enloquecía mi sentido a tope, se mostró poco a poco acompañado de una gran sonrisa al verme.
—¿Qué soñabas? —pregunté sin poder evitarlo. Su mordida de labio me dio todas las respuestas que ya especulaba en mi cabeza antes de que se despertara.
Sonreí mientras pase mi mano con total tranquilidad sobre su cadera. La resbalé una vez llegué al filo de esta hasta situarme en aquella zona que tanto me gustaba tocar. Ella abrió la boca soltando pequeñas bocanadas de aire.
—¿Por qué lo sueñas cuando puedes tenerlo, Bea? —pregunté susurrando. Aumentó la excitación de ella y lo noté por como se pegaba más a mi cuerpo.
Su silencio me da todas las respuestas necesarias para aumentar el ritmo y mi ego. Sabía que era lo que quería y sabía que al dárselo, ella haría algo. Pues que me torturara como todos estos días atrás, pero no creo que lo haga habiendo tenido un sueño tan erótico. Joder, se despertó completamente mojada y eso me gustaba aún más.
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Todas mis lágrimas
Teen FictionBea Traver se mudará a una ciudad donde compartirá apartamento con una chica, una chica que le hará enloquecer cada día que pasé con ella. Su escapada del pueblo se debe a varios motivos, así queriendo dejar atrás todo lo vivido. En la nueva ciudad...