Todas mis lágrimas

Capítulo 14

Hola, os vengo a avisar que no haré una playlist porque el libro tiene muchas mezcla de géneros diferentes y no quiero marear a nadie.

Abajo del todo os he dejado dos fotos de dos lugares que aparecen en este capítulo.

Disfrutar un día más de mi ciudad :)

BEA

Estuve toda la tarde metida en la cama con Jaden con una sola camisa, una camiseta que solo me tapaba los pechos y la barriga. Esa camisa era una verdadera falda para mí, sobre todo viendo lo alto y robusto que es Jaden en comparación de alguien tan de estatura baja como yo.

Me sentía cómoda, no voy a mentir. Desde que Jaden hizo aquello que tantos placeres experimente y que hice por primera vez, no he vuelto a sacar el tema de tener vergüenza por mi cuerpo o algo por el estilo. Es más, se la ha pasado pegándome pellizcos, cachetadas y pequeños mordiscos a mi pobre trasero.

Sin él saberlo, me ha dado la confianza suficiente como para mostrarme de cintura para abajo.

—¿Quieres cenar fuera o aquí en el salón? —preguntó Jaden, sin quitarme ojo de encima.

Me siento pequeña en mi lugar. Nunca he sentido cariño o amor por alguien que no fuera de mi entorno familiar, nunca he sentido que me querían realmente. Jaden ha cambiado todo eso en cuestión de pocos días.

Izan es un chico que nunca ha necesitado decirme nada para saber que no sentía lo mismo. Él sentía asco hacia mí, solo me quería porque sus amigos me decían que estaba buena y que se había buscado una tía con un buen culo; mientras que yo sentía lástima al verlo tan necesitado de cariño social.

Me das a pena no hace lo que decía para que no terminara destruido y, al final, fui yo la que terminé por los suelos.

—Comer fuera, ¿otra vez? —pregunté arqueando una ceja. Nunca había conocido a nadie con tantas ganas de estar en la calle.

Él me miró con una gran sonrisa, de esas sonrisas que te dejan como una gelatina al apreciar esos labios tan gorditos y sus perfectos dientes alineados y de un color blanco brillante.

—¿Por qué preguntas?

Lo miré con cierta confusión. No sé si es normal eso de que te pregunten por algo que has preguntado tú antes, pero Jaden es muy propenso a hacerlo. Me he dado cuenta que se preocupa mucho por mi y que intenta entenderme como puede, por eso siempre pregunta antes de contestar a las mías; para saber qué contestar y que no me sienta mal o avergonzada.

—No sé, siempre estás fuera... —contesté encogiendo los hombros. No quería que se sintiera incómodo por mis respuestas, así que restó importancia mirando hacia otro lado.

El comienzo del carraspeo de su lengua y las miles de negaciones que me daba con la cabeza me hizo estar muy atenta a él y a su próximo movimiento.

Esto parecía una partida de ajedrez...

—¿Qué? —declaré al ver como no dejaba de negar con la cabeza. Cuando levantó la mirada hacia mí con una gran sonrisa burlona, no pude aguantar el sonreír también.

Maldito Jaden...

—No conoces mucho a la gente de aquí...