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Según el doctor, el cachorro de Jimin y Jungkook nacería en tres semanas, cosa que tenía al menor un poco nervioso pero feliz, mientras que el alfa solo deseaba que su bebe naciera para cargarlo y mimarlo.

Jimin pensaba que Jungkook estaba exagerando al pedirle que no hiciera nada, alegando que cualquier movimiento fuerte haría que su bebe saliera antes de tiempo, no había forma de hacerlo cambiar de opinión.

El alfa estaba más sobreprotector de lo normal.

—Cariño, no es necesario que vengas. —Jungkook miraba desde la cámara a su bonito omega terminar de alistarse —. Tampoco deje el auto. Mejor quédate en casa, hoy no vine a trabajar, sabes que...

Un gruñido bajo llego a los oídos de Jungkook, vio como Jimin tomaba el teléfono y lo miraba con seriedad. —¿Alguna razón por la que insistís tanto en que no vaya a tu trabajo, Jeon Jungkook?

El pelinegro bajo su cabeza regañado, el lobo en su interior bajo las orejas al sentirse regañado por su omega.

—¡No, claro que no, mi hermoso omega!

Jimin sonrió en grande. —Perfecto, llegare en veinte minutos. —Tiro un beso hacia Jungkook quien desde su escritorio se resistía a gritar de ternura —. Te amo.

Terminando la llamada, Jimin tomo su abrigo y las llaves, listo para ver a su alfa. Estaba demasiado feliz con saber que este se tomaría un par de meses libres para poder estar juntos en las primeras semanas del cachorro.

Bajando del taxi mientras tarareaba una suave melodía entró por las grandes puertas giratorias. Sonrió con amabilidad hacia la recepcionista, quien desde la lejanía alzo su mano hacia él.

En poco tiempo muchos sabían que Park Jimin era la pareja de Jeon Jungkook. La mayoría lo quería genuinamente, después de todo, el omega era una dulzura de pies a cabeza, todos siempre caían en sus bonitos encantos naturales. Casi todos.

Acelero un poco el paso al ver como uno de los elevadores se cerraba, logrando que este se abría nuevamente. Su sorpresa fue ver que dentro estaba Taemin.

Jimin estiro sus labios en una pequeña sonrisa al tener los ojos del alfa sobre él, escaneándolo de pies a cabezas como siempre lo hacía al estar cerca.

—¿No vas a subir? Tranquilo, no muerdo.

—¡Ah! ¡No quería ofenderte! —Jimin agito sus manos y cabeza en negación, riendo suavemente para suavizar el incómodo ambiente —. Solo pensé que deseabas el ascensor para ti solo.

—Para nada, sube.

Jungkook sintió un leve jalón en su pecho, tenía un mal presentimiento y este no se iba. Jimin le había escrito recientemente, sabía que se encontraba bien y estaría llegando en cualquier momento.

El castaño dentro del ascensor miraba los números cambiar, sabiendo que estaría llegando al piso donde trabajaba su alfa. Tranquilo en su propio mundo, ignorando la mirada del alfa a su lado.

—Dime, Jimin. ¿Nunca pensaste en abortar? Digo, ese bebe ni siquiera es de Jungkook.

La sangre del omega comenzó a hervir con solo oírlo, apretando sus manos, casi llegando a morderse la lengua para no gritar, Jungkook le había hablado de Lee y su lengua suelta, sumándole el hecho de siempre haber estado enamorado del alfa.

Jimin no era tonto, sabía que solo buscaba provocarlo. Debía ser inteligente y cuidadoso, después de todo, estaba solo, en un elevador con Taemin.

Carraspeo, tomando aire para que su voz no saliera cargada de rabia. —No, y sobre Jungkookie, él ama a nuestro cachorro.

Regalo del Cielo [Kookmin] OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora