Sentado sobre el alfa, recibiendo caricias en su espalda mientras habla de todo lo sucedido. Ya no deseaba llorar, Jungkook lo hacía sentir bien, con esperanzas de que todo mejoraría teniéndolo a su lado.
El pelinegro lo miraba atento, podía notar la decepción y tristeza de Jimin cuando contaba como su amiga le decía que debía irse en menos de dos días.
¿Había personas capaces de dañar a un ser tan hermoso y bueno como lo era el omega?
Sin duda, la envidia era algo destructivo, sobre todo para quien lo siente.
Jimin lo miraba, sus ojos claros y brillantes, aun llenos de pureza miraban con anhelo a Jungkook. Como si ya todo estuviera perdido y terminaría viviendo en las calles, como si aquel alfa, su alfa destinado permitiría tal cosa.
—¿Te quieres mudar desde ya o prefieres hacerlo mañana?
—¿Qué?
Jungkook sonrió, acercándose para dejar un corto beso, viendo como el omega sonreía. —Mimi, ¿acaso crees que permitiré que vivas en las calles? —. Jimin abrió su boca, pero la cerró de inmediato —. Nunca. Vivirás conmigo y no aceptare un no. Eres mi omega, sé que vamos lento, pero te daré todo lo que necesites, mi amor.
Se abalanzo hacia el alfa, abrazando su cuello y apretando sus piernas en él. Lucia adorable estando tan pegado al mayor, quien riendo lo abrazo con amor.
—Eres un ángel, Jungkookie.
—No lo creo, el ángel aquí eres tú.
Poco después de que Jimin se mudara con Jungkook, este le diera su habitación libre para que se acomodara en el apartamento, el omega empezó a sentirse mejor. Aunque seguía cuestionándose el si debía estar en una habitación diferente a Jungkook.
Entendía que deseaba ir lento, hasta él creía que estaba bien, pasar por la ruptura y abandono de quien lo dejo en estado había sido difícil, pero de cualquier forma moría por estar más cerca del alfa.
Perfectamente podía pedírselo, decirle que no deseaba estar separados, pero no quería ser tan intenso con el alfa.
Aunque Jungkook lo que más amaba era tener al tierno y risueño Jimin sobre él.
En su primer fin de semana juntos, alfa y omega se acomodaron en el sillón de la sala, haciendo listados de todo lo que Jimin podría comer, sus vitaminas y jugos naturales. Jungkook estaba muy firme en su decisión de cuidarlo, tanto que enternecía al omega.
Jimin se acercó a Jungkook, abrazando su fuerte brazo, dejando su cabeza sobre el hombro de este, mirándolo fijamente solo para llamar su atención.
—Jungkookie...
El alfa lo miro, besando su frente. —¿Mimi?
—Quiero mimos... —Jimin aleteo sus pestañas hacia él, aunque no era necesario.
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Regalo del Cielo [Kookmin] OMEGAVERSE
RomansaTodos le dieron la espalda, no era su culpa haber sido una tonta apuesta en donde quien más salió perdiendo fue él. Pronto le llegaría un regalo, mejor dicho, un alfa del cielo.