Capítulo 12

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-¡Elisabeth!- Sabrina gritaba mi nombre una y otra vez y yo intenté esconderme en el agua.

Rocio estaba estática preguntándome quien es.

Yo no tenía palabras para soltar ya que estaba roja de la vergüenza.

Salí desnuda cuando me decidí y Rocio se quedó dentro del agua.

-Elisabeth, ¿¡qué coño es esto!?- gritaba Sabrina dándome por el culo.

-Déjame en paz. Estoy viviendo la vida.- dije yéndome hacía casa para sacarle un albornoz a Rocio.

-¿Quién es esa guarra?- señaló el lago.

-Es una amiga y no la llames así.

Sabrina intentó no mirarme el cuerpo por sexta vez pero no lo conseguía.

-Te estabas besando con ella, incluso haciendo cosas de más.

-¿Eres alguien para recriminármelo?- le enfrenté.- Gírate para que Rocio pueda salir.

Suspirando de rabia se giró.

Rocio salió y se puso el batín. Se fue corriendo hacía dentro de la casa.

-Vete a la cama. Ahora voy.- le dije al oido antes de que se fuera.

-No puedes follarte a quién te de la gana.- me recriminó.

-¿Y tú sí?

-Yo no me tiro a nadie a parte de tu madre...- alcé una ceja.-...y de ti. Pero a nadie más.

-Vete a casa. Ahora no estoy en condiciones.

-Me voy a quedar.

-¿Qué dices?

Al final se quedó. Pero no en el sofá. Si no en nuestra cama. Menos mal que es grande pero que vergüenza.

-Perdón pero Sabrina es así.- aproveché mientras estaba en el baño ella.

-Pero, ¿qué es de ti?- preguntó y no supe que contestarle. Menos mal que abrió la puerta Sabrina y salió del baño.

Ella se había traído un pijama. Es previsora.

Estábamos Sabrina, Rocio y yo en este orden.

Sabrina miraba mucho a Rocio y eso no me hace ni puta gracia.

Quise cambiarle el sitio pero ella tiene miedo y quiere dormir al medio.

No sabes la que te espera Rocio.

-¿Y tú eres otra follaamiga de Elisabeth?

-¿Eh...?- dijo Rocio desubicada.

-Cállate Sabrina.

-¿Me vas a obligar tú?- me dijo acercándose a mi boca peligrosamente.

Uf, no me provoques Sabrina y menos cuando voy borracha.

-¿Por qué hablas de Elisabeth como si fuera tuya? Si pareces su madre.- dijo Rocio con todos sus ovarios dejándome con la boca entre abierta.

-Por qué yo me la follé antes y ya tenemos historia pasada.

-Historia pisada, dirás.- le dije a Sabrina abriendo los ojos para que se callara.

Sabrina no tuvo mejor idea que provocarme de la peor forma.

Se puso cara a Rocio y le tocó un mechón de pelo.

-¿Cómo te quedas si te digo que yo follo mejor que Elisabeth?

Yo abrí la boca y me quedé flipando con los puños apretados.

Creo que hasta mis oídos echaron humo.

Tortura Explícita [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora