Tortura Explícita [2]

Capítulo 19

-¿Chloe...?- pregunté espontáneamente.

-No me lo vayas a negar. Pero...no sabes como me duele...- dijo Sabrina y a mi se me rompió el corazón una vez más.

-Chloe a mi no me gusta..., Sabrina.

-¿Qué?- noté su voz quebrada.

-No me gustaría nadie tanto como me gustas tú.

Noté mi voz también rota y a Sabrina suspirar a través del teléfono.

-Tu madre está durmiendo.

-Que descanse. Lo mismo deberías hacer tú.

Colgamos a la vez y yo me dispuse a pensar un plan para averiguar información sobre Chloe.

Seguro debe haber alguna clase de documento donde ponga la actividad que tuvo cada profesor.

Me puse a rememorar las escenas de Chloe conmigo porque sí, yo soy así.

Y en su despacho sin embargo sentada ella en sus silla estaba escribiendo.

Y luego levantaba la mirada hacia mí y yo me encogía en mi sitio.

Cierro los ojos y está cada vez más cerca. A penas nuestros labios se rozan.

Me despierto sudada. Ha sido una pesadilla.

Yo creo que un sueño.

Me voy a volver a dormir. Demasiadas cosas en un día.

                    ***

Hoy me he levantado más que bien. Contenta para afrontar todo el día.

Con sueño pero contenta, a diferencia de otras veces. Y con ganas de mañana, del baile.

La primera hora es la que más lenta se pasa.

Luego vienen otras dos y luego las dos seguidas de Chloe.

Cuando se dieron por terminadas las tres primeras horas me marché a la cafetería a comer algo.

Pero no tardó mucho en sonar el timbre anunciando el final del recreo.

Volví a mi clase y pillé a Sabrina hablando con una alumna. Ella sonreía y la alumna también.

Que ganas de meterles esa sonrisa por el culo.

Con los puños apretados me senté en mi asiento leyendo un libro que cogí de la biblioteca el otro día.

Una voz carraspeó delante mía y era Sabrina como no.

Ella estaba apoyada en la mesa de enfrente con su falda larga como siempre.

-¿Te parece más interesante el libro que la clase?- me dijo.

que Yo miré de reojo a ambos lados viendo que los estudiantes estaban impactados por la escena.

¿En qué momento llegaron? ¿Y por qué hay media pizarra escrita?

-Sí.- dije sin mentir.

-Fuera de clase.- dijo Sabrina echándome. Claro, estamos delante de alumnos y no la puedo mandar a la mierda.

Cogí mi mochila y salí de la aula. Estaba todo silencioso, tranquilo y vacío.

Entonces yo me sentía bien ahí. Me puse a leer de nuevo el libro hasta que escuché que la puerta se abría y me tuve que levantar.

-Elisa.- que raro dijo mi apodo.- Porque sea tu madrastra y tengas la confianza no puedes faltarme el respeto de esa forma.

-¿Tú conoces el respeto?