Capítulo 11

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Ella me besó con más pasión. Agarró mi cuerpo como si fuese el suyo.

Me acerqué y sin un centímetro de distancia entre los dos cuerpos decidí que hoy iría poco a poco.

Todos hemos tenido nuestra primera vez. Así que hay que tener cuidado.

-¿Seguro que quieres hacerlo?- pregunté de nuevo por si a caso.

-Sí, sí.- dijo con prisa para volver a besarme.

Le bajé los pantalones cortos de pijama y ella hizo lo mismo conmigo.

Luego se quitó la camiseta y yo hice lo mismo.

Estábamos combinadas. Nuestras manos recorrían el cuerpo de la otra ansiando conocer cada trozo de piel.

Por un momento ella me mordió el labio inferior que hizo que me descontrolase un poco.

Bajé a su cuello para morderlo, chuparlo y succionarlo.

Le hice algunos chupetones pero no me importó si a ella no le importaba. Que por lo visto no.

Ella intentó tocar mi centro y yo le cogí la mano y la guié.

Por algo se empieza.

Luego ella fue cogiéndole el truco y yo me arqueaba sintiéndolo todo.

Le hice lo mismo a ella que no tardó en imitar mis gemidos. Y juntas llegamos a un orgasmo tan bueno que nos dejó destrozadas.

-No puedo creer que acabe de perder la virginidad con una desconocida.- susurró.

-¿Estás arrepentida?- mis dudas y yo.

-No, para nada. No sé como no hice esto antes.

Cuando estuvimos algo más descansadas vi que era tarde pero mi cuerpo pedía más.

Así que la besé de nuevo y ella y yo nos fundimos en una dejándonos llevar toda la noche.

                     ***

Entré a la clínica dónde me mandaron la dirección.

Rocio está muerta en la cama sin poder ni levantarse.

Le dejé una nota diciéndole que había ido a un sitio a comprar cosas y que no se fuera. Era mentira pero no quiero decirle que estoy aquí.

Una chica me llamó por mi nombre y entré a una sala blanca con algunas plantas y sillones.

Ella se sentó en uno y me señaló el otro.

-Hola.- saludé muy avergonzada.

A que santo se me ocurre venir a un psicólogo.

-Hola Elisabeth. ¿Te puedo llamar Elisa?- asentí.- Perfecto. Cuéntame, ¿alguna razón para venir?

Bueno, le hablé de mis estudios, de lo que iba a hacer mañana. Porque mañana empiezo clase.

Pero no le hablé de mis amigos, de mis problemas pasados por culpa de Sabrina ni de ella.

-¿Por qué evades contarme tus problemas diciéndome tus estudios?- me preguntó dejándome asombrada.

Tengo que pensar que ella ha estudiado los comportamientos.

-Lo siento.

-No me pidas perdón. Desahógate.

-Dani...es mi mejor amiga junto con Raul desde hace años. Ellos ahora son pareja, después de pelearse a diario.- reí sin gracia.- Y Sergio que le conocí este verano y se hizo amigo íntimo.

Tortura Explícita [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora