Capítulo 9

255 15 0
                                    

Sabrina me subía en brazos por las escaleras mientras yo, medio dormida, le decía barbaridades.

-Sabrina, ¿por qué eres tan guapa?- dije tocándole el pelo.

Ella sonrió y a mi se me encogió el corazón. Era la mujer más hermosa que había visto en la tierra.

-Tu también eres preciosa.- escuché decirme.

Yo intenté sonreír pero estaba demasiado cansada.

Me abracé al pecho de ella y con facilidad me dejó en la cama.

Vi por el rabillo del ojo que se quitó toda la ropa menos las bragas.

Yo también intenté hacer lo mismo pero no podía más conmigo misma.

Ella me ayudó y se me quedó mirando los senos también y fue cuando me besó, una vez ya acostada en la cama.

La besé con las pocas fuerzas que tenía y me acosté sobre ella.

-Tengo una sorpresa para ti.- dijo pero la corté sin darme cuenta.

-No me falles nunca más Sabri.- le pedí dormida casi al completo.

Luego ya lo vi todo negro.

                     ***

Me desperté sola. La verdad me lo imaginaba. Por qué si no mi madre lo sospecharía y yo con lo que duermo.

Me asomé al calendario que también tenía aquí.

Tres días para el primer día.

Hoy debo recoger los libros. Y yo pensaba ir con Lissa pero estaba enfadada conmigo.

Tiene toda el derecho pero no se de que forma se lo habrá dicho Dani.

Fui a ver su WhatsApp y todos me tenían bloqueados. Encima me habían echado del grupo.

¿Que les importa que esté con Sabrina?

Sergio me escribió pero no quise ni mirarlo. Ya nada me interesa.

Me vestí lentamente por el cansancio y desayuné algo por encima ya que no tenía mucha hambre.

Me fijé en que mi camiseta estaba manchada y yo ya estaba de camino.

Me quejé haciendo un sonido y me miré al retrovisor arreglándome el pelo.

Suspirando salí por la puerta del coche y me puse en marcha hacía ese edificio tan grande.

Vida de estudiante allá vamos.

Cuando entré miré a todas partes. Mucha gente, muchas cosas y tremendo agobio.

Mi ansiedad social no ayudaba pero respirando lento pude controlarme.

Me dirigí a un lugar que parecía recepción. Luego vi el cartel que ponía "recepción".

Se acercó una persona ya que me vio perdida.

-¿Puedo ayudarle en algo?

-Si...eh, mira. Me han dado hora para recoger los libros.- me miraba perdida.- Carrera de magisterio.- dije como pude.

-Vale. Sigue ese pasillo y a la derecha verás una aula donde hay gente recogiendo libros.

Le sonreí y me marché.

Me sudaban las manos y me las limpié en el pantalón.

Mi mirada estaba en todas partes buscando lo que esta chica me dijo.

Sin darme cuenta me tropecé con una mujer adulta.

-¡Ay, perdón!- le dije recogiendo los libros que acababan de caerle de la mano.

Tortura Explícita [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora