The Backup Plan

¿Qué estás haciendo?

CAMILA

Luego de aquella noche en su apartamento, Lauren y yo nos vimos muchísimas veces más. Tal y como solíamos hacer antes de que le diera la noticia de mi embarazo. Al principio se trataba de solo sexo, pero después las cosas cambiaron y casi sin darnos cuenta, estabamos cenando juntas cada que podíamos, yendo al cine, al supermercado y hasta dando paseos con su perro en el parque. Cuando fui consciente de aquellos cambios, traté de convencerme a mí misma de que estaba bien, de que no estabas sobrepasando ningún límite porque éramos amigas y las amigas hacían ese tipo de cosas ¿No?. Pero también éramos amigas que tenían sexo casual y eso alteraba un poco la lógica de mi propio razonamiento.

Por supuesto, yo ignoré todo eso y lo arrastré hasta el fondo de mis pensamientos.

-¿En qué piensas tanto? .- Lauren preguntó justo antes de darle un mordisco a una de sus tostadas.

Estábamos en mi piso en mitad del desayuno luego de que ella se quedara a pasar la noche como ya tantas veces había hecho.

-Nada.- Sacudí mi cabeza de un lado a otro tratando de despejarme.

-Camz, has dicho un total de tres palabras desde que nos despertamos.- Se rió- Puedes decirme.

Miré sus ojos y me sentí cómoda con la confianza que me transmitían. Como si pudiera decirle absolutamente cualquier cosa, lo que fuera. Pero, en lugar de verbalizar todas las dudas que rondaban mi cabeza, decidí mentir.

-Estoy preocupada por el bebé.- Dije.

Ella se echó hacia atrás en su silla y alza sus cejas animándome a continuar.

-Ya casi estoy entrando en el cuarto mes de embarazo y no he ido de compras una sola vez. Es casi como si no estuviera embarazada y eso me hace sentir como una madre terrible.

No sabía si estaba sonando tan convincente porque en el fondo aquella también era una de mis preocupaciones o porque simplemente me estaba convirtiendo en una mejor mentirosa. Me incliné más por la primera opción.

-Bien, eso...- Guardó silencio un par de segundos frunciendo ligeramente el ceño- Tiene solución. No te preocupes, todo estará bien. No eres una madre terrible.

Solo me limité a darle una sonrisa y luego ambas volvimos a concentrarnos en nuestra comida dando paso a un silencio un tanto incómodo. El citófono emitió un chirrido anunciando así que alguien estaba esperando poder subir al apartamento. Lauren se me quedó viendo durante algunos segundos antes de hablar.

-¿Esperas a alguien? .- Preguntó poniéndose en pie y caminando a la puerta principal.

Yo la seguí de cerca y cuando estuvimos frente al citófono apreté el botón del micrófono.

-¿Si?

-¡Buenos días cariño! .- La voz de mi madre se escuchó algo distorsionada.

Mierda, fue lo primero que pensé.

Cerré los ojos durante algunos segundos y respiré profundo un par de veces antes de indicarle a Lauren con un gesto que se mantuviera en silencio para volver a hablar.

-¿Mamá? ¿Qué haces aquí?

-Queríamos darte una sorpresa así que ¡Sorpresa! .- Exclamó.

Oh no, ¿Queríamos? ¿Papá y Sofía también estaban aquí?

-¿Cielo? ¿Nos dejarás subir?

-S..sí. Un segundo.- Dije antes de comenzar a entrar en pánico- Tengo malas noticias. Mi familia está a punto de venir aquí.