The Backup Plan

Tonterías

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CAMILA

-¿A dónde...vamos exactamente? .- Pregunté recibiendo una mirada fugaz por parte de Clara a través del espejo retrovisor.

-Ya lo verás querida.- Respondió emocionada.

Sonreí a labios juntos y continúe observando a través de la ventanilla del auto esperando ver algo que me diera un indicio de hacia dónde nos estábamos dirigiendo.

-Algo que debes saber sobre Clara, ama las sorpresas.

Pamela murmuró para mí mientras su madre y la madre de Lauren se enfrascaban en una conversación ajena a nosotras.

-A veces me impaciente mi propia curiosidad.- Admití y ella rió.

-Tranquila.- Me tranquilizó- De seguro ha planeado algo divertido.

Todo rastro de tranquilidad en mí se esfumó en cuanto entramos en el aparcamiento de una tienda, y no cualquier tienda, una muy, muy específica. Me congele en el asiento del auto mirando en todas las direcciones para ver si había algún otro lugar alrededor al que pudiéramos estar dirigiéndonos además de aquella tienda, pero no. Mis ojos recorrieron los maniquíes con impecables diseños luciéndose en las vitrinas y quise salir corriendo mientras el auto aún estaba en movimiento. Pamela pareció notar en pánico en mi rostro y se encogió de hombros.

-Hemos llegado.- Anunció Clara sin perder la emoción de su voz.

-¿Qué...- Carraspeé tratando de encontrar mi propia voz que parecía un pitido en ese momento- ...qué hacemos aquí?

Clara compartió una mirada con Janice quien ocupaba el asiento del copiloto y ambas se echaron a reír como si yo acabara de contar el chiste más gracioso de todos.

Cuando bajamos del auto, las piernas me temblaban y por alguna razón sentí que me iba a vomitar o a desmayarme o a vomitar y luego desmayarme.

¿Dónde estaba Lauren cuando la necesitaba para sacarme de apuros? ¡¿Dónde?!

'Ve con ellas', dijo.

'Será divertido', dijo.

'De seguro lo pasarás bien', dijo.

¿Qué crees, Lauren? Todo aquel asunto no estaba siendo para nada divertido y definitivamente no me lo estaba pasando para nada bien.

Bien, cariño, este sería un buen momento para decidir que estás cansado de mi útero y querer ver el mundo exterior, me dirigí mentalmente a mi bebé.

Ridículo, lo sé, pero tenía que intentarlo.

-Clara.- La llamé tratando de ocultar el temblor en mi voz- No sé si esto sea una buena idea.

-Tonterías querida.- Dijo.

Me tomó del brazo y me guió hasta la entrada de la tienda de vestidos de novia mientras yo trataba de oponerme resistencia de manera disimulada. Ariel, quien también nos acompañaba, pareció notar mi incomodidad, y estoy segura de que en cuanto lo hizo comenzó a sentirse tan incómoda como yo.

-¿Lauren sabe de esto?

-¡Claro que no! .- Exclamó Janice un tanto escandalizada como mi pregunta- Será una sorpresa. Además, no puede verlo hasta el día de la boda, es mala suerte.

-¿Hay una fecha? .- Pamela preguntó y yo negué con al cabeza de forma casi frenética.

-Aun no.- Dijo Clara- Pero estoy segura de que en cuanto te mires al espejo vestida de blanco cambiarás de opinión con respecto a aplazar la boda.- Me aseguro con una enorme sonrisa.