Capítulo 20

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Al despertar Alejandra vio que otra vez despertó en brazos de Ana, se quedó observándola dormir se veía tan tranquila y la veía tan hermosa, le daban ganas de despertarla a besos, tenía miedo que Ana se enojara con ella porque no le gustaban esas muestras de cariño o la viera como una empalagosa, pero no quería reprimir sus sentimientos o acciones, así que empezó a dejar pequeños besos por todo el rostro de su hermanastra y cuando vio que ya estaba despertando le dejó cortos besos en los labios.

Ana: Buenos días - dijo abrazándola más fuerte. - sabes Ale creo que puedo acostumbrarme.

Ale: Buenos días...¿ A que te puedes acostumbrar? - dijo nerviosa

Ana: a despertar todos los días así abrazadas y que tu me despiertes con besos

Ale: así que la única que va a despertar con besos serás tú.. - hizo un puchero.

Ana: claro que no, yo te voy a abrazar y...no se dime que es lo que quieres que haga Ale. - pregunto nerviosa

Ale: Haz conmigo lo que te nazca hacer.

Ana: no sabes todo lo que me nace hacerte Ale...- dijo abrazandola mas fuerte - pero lo quiero hacer ahora es besarte para que pienses en mi todo el día.

Ale: Ana ya pienso en ti todo el día. - esas palabras derritieron el corazón de Ana, así que dejo que su corazón hablara y la beso con tanto amor, aunque empezó siendo un beso lento ambas disfrutaban la suavidad de sus labios cuando Ana pidió permiso de entrar con su lengua, Ale le permitió la entrada ocasionando que poco a poco el beso fuera subiendo de tono, Alejandra sentía demasiado calor y que su corazón estaba apuntó de estallar, que no se dio cuenta cuando se subió subió al regazo de su hermanastra con una pierna a cada lado, sentía un calor intenso en el cuerpo penso que iba a arder cuando sintió la erección de Ana rozando con ella, el deseo empezó a crecer en ella sabía que si no paraba ahora no podría detenerse... Con toda su fuerza de voluntad tuvo que parar aun no se sentía lista para dar ese paso.

Ale: Ana... Detente... Por favor. - dijo mientras Ana la seguía besando.

Ana: ehh.. Si, perdon Ale. - dijo rompiendo el beso y tratando de estabilizar su respiración.

Ale: perdoname Ana pero como te dije ayer creo que debemos de ir lento, yoo..-dijo nerviosa.

Ana: Ale, princesa tranquila iremos al paso que tú quieras, tu marcas el ritmo sí, por mi no hay problema. - le dio un beso corto en los labios.

Ale: gracias. - la volvió a besar, empezó a succionar su labio inferior y antes de terminarlo le dejó un ligero mordisco.

Ana: Dios Ale - ese mordida de labio calentó más a Ana que la acercó más a ella. - podría estar todo todo el día aquí contigo.

Ale: sí, pero no podemos tenemos que empezar a arreglarnos si no llegaremos tarde al recorrido. - intento safarse de lo brazos de Ale.

Ana: no quiero ir, no se si podré soportar ver como te coquetea Ernesto. - apretaba más a Ale cerca de ella no quería que se soltara.

Ale: Hey chiqui, el puede coquetear todo lo que quiera pero no va a lograr nada conmigo porque la única que tiene el poder de causar efecto en mi eres tú, tan solo con mirarme haces que mi corazón se acelere, así que no te preocupes y no le prestes atención. - dejo un beso en su frente.

Ana: bueno si lo dices así entonces aguantare con más ganas. - le sonrio

Ale: además yo también tengo que soportar que esme te tire la onda. -hizo un puchero

Ana: pues si lo sigue haciendo es por necia porque yo ya le dije que solo tengo ojos para alguien.

Ale: así y ¿para quien? .

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