Capítulo 2 🥀 Enzo

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— Te estará esperando Leonardo para llevarte a la villa — Piero me entrega una mochila —

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— Te estará esperando Leonardo para llevarte a la villa — Piero me entrega una mochila —. No vas a necesitar más.

— De acuerdo — Miro la bolsa comprobando que dentro siguen mis sellos y cadenas, es lo único que tengo desde que me fui de España.

— Te llevarán a un sastre de confianza que te medirá para hacerte un traje — Se coloca las mangas de la camisa —. Necesitas un buen traje para los eventos especiales.

Asiento, ya me dejaron claro que solo puedo vestir con el uniforme de la famiglia, pantalón negro, camiseta negra y botas. Tampoco me fascina la idea de tener que ir trajeado como ellos.

Me quedo callado, esperando a que me dé algo de información sobre su hija, pero no lo hace, no se nada de la persona a la que supuestamente debo proteger.

— Recuerda que si mi hija muere y tú sigues vivo, te mataré — insiste antes de cerrar la puerta del jet privado.

Tomo asiento y lo observo desde la ventanilla, hasta que tras despegar su cuerpo se vuelve completamente imperceptible.

Lo último que pensé hace una semana es que estaba teniendo la última pelea de mi vida para formar parte ahora mismo del ganado de los Marcheti.

No me juzguéis, pagan bien, y posiblemente tenga que esforzarme bastante menos para llevar a cabo este trabajo.

No conozco a la hija, nadie la conoce, y su padre no me ha dicho absolutamente nada de ella. Supongo que vivirá en la sombra, y mi único trabajo consistirá en llevarla a comprar ropa y comer helado con sus amigas, como cualquier niña pija de Roma.

Abro la mochila que Piero me ha dado, mirando mejor en su interior, hay tres conjuntos idénticos al que llevo, un teléfono, posiblemente con rastreador, y una pistola que espero no tener que usar.

Siempre he usado los puños, si tengo que disparar a alguien es probable que muera antes de acertar un tiro.

Apoyo mi cabeza en el asiento, tratando de dormir algo antes de llegar, son cinco horas, o con un poco de suerte cuatro.

Levanto mi muñeca poniéndola frente a mi cara, el reloj marca las tres de la mañana, Piero ha llegado de Roma hace apenas unos minutos, por lo que posiblemente Alessia no sea de las que salen de fiesta, o al menos, espero que no haya recibido a su padre borracha. No creo que sea el tipo de padre que aprobaría esa actitud de su hija.

¿Será como la madre? Ojalá, nunca está de más alegrarse la vista un poco, ya que es probable que me pase los días matándome a pajas a partir de ahora.

Estoy volando hacia un trabajo del que solo he recibido la orden de: no tocar a su hija a no ser que sea un asunto de vida o muerte, no tener ninguna pelea, no tener relaciones sentimentales con nadie y seguir las órdenes de Leonardo, que aún no tengo claro quien es de todos los que me han presentado en la mansión.

LORETO © COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora