En los pasillos de la cueva solo resuenan mis pasos, acompañados por llantos y gritos desesperados. El nauseabundo olor a orina y sangre seca me está mareando desde hace horas.— Chico — me llama Leo — ve a descansar.
Asiento y salgo del edificio lo más rápido posible. Desde el día de la muerte de Alessandra, Piero me ha mantenido ocupado con tareas constantes, impidiéndome tener tiempo para ver a Alessia.
Conocí la cueva ayer, un lugar en el que nunca deseé haber estado. Es el sitio donde torturan a aquellos que han hecho algo en contra de la famiglia. Un conjunto de prisiones y salas de tortura que parecen pertenecer a otra época.
El regreso a la Villa es rápido, apenas diez minutos en coche.
— Buenas noches — me saluda Gabriella. Le regalo una sonrisa, pero me interrumpe de nuevo: —¿Has visto a Alessia? Salió hace una hora a tomar el aire y no hay rastro de ella.
Frunzo el ceño y subo a mi habitación sin dar una respuesta, esperando que tan solo sea una mala broma.
No tenía que haberme apartado de ella, nunca me voy a perdonar el haberme saltado el protocolo, haber conseguido que me aparten de ella cuando más necesitaba a alguien a su lado.
Miro el móvil, que estaba cargando debajo de la cama, pero no hay ningún mensaje.
"¿Dónde estás?
Enzo"
Abro el agua de la ducha para que se vaya templando y poder quitarme el olor a muerte que se ha impregnado en mi piel.
Mis ojos se dirigen directamente al escritorio, donde la caja del anillo está abierta y las pastillas han desaparecido.
Marco el número de Alessia mientras entro en la ducha y dejo el manos libres activado.
— Hola — responde al otro lado, arrastrando las palabras y riendo.
— Mándame tu ubicación — ordeno.
— ¿Ya has sacado algo de tiempo para mí? —se ríe.
— Alessia, ¿dónde cojones estás? — gruño mientras salgo de la ducha —¿qué has tomado?
— Agua —otra risa — y gominolas.
Siento cómo la sangre arde en mis venas, recordando los documentos que mencionan el Neurapax; una sustancia con potentes propiedades analgésicas y ansiolíticas capaz de aliviar rápidamente el dolor y la ansiedad. Sin embargo, la droga también puede tener efectos secundarios graves como adicción, depresión respiratoria y problemas de memoria a corto y largo plazo.
Trato de concentrarme en la música mientras me pongo el uniforme de combate.
— Alessia, escúchame — digo mientras salgo de la habitación — sal del bar y siéntate en la calle.
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LORETO © COMPLETA
Storie d'amoreLa mayor mafia, hasta el momento, se encuentra en Sicilia, y Alessia se ve obligada a aprender todo lo necesario para seguir siendo los mejores. Rodeada de personas que no creen capaz a una mujer para llevar el negocio. Personas que la quitan la pa...