LORETO © COMPLETA

Capítulo 7 🥀 Reunión

— Puedes estar tranquilo, chico — dice Leonardo mientras me guía a través del pasillo.

Que Piero me llame para una reunión tan solo puede significar que va a despedirme por no haber hecho bien mi trabajo y permitir que alguien se acerque más de la cuenta a Alessia o porque quiere simplemente matarme. Ambas opciones terminan con mi muerte.

Abro la puerta del despacho viendo frente a mí el ordenador y Leonardo me hace un gesto para que me siente, lo hago sin mediar palabra viendo la cara completamente seria de Piero en la pantalla.

Definitivamente va a matarme.

— Santoro — saluda cuando me siento frente a la cámara.

— Capo — respondo con un tono firme.

¿Quizá se ha enterado de las nuevas incorporaciones? ¿Realmente soy culpable de que los amigos de su hija quieran acompañarla?

— Leonardo me dio todos los detalles sobre lo ocurrido en el Rose — comienza —, me alegra saber que escogimos bien a nuestro futuro Caporégime.

Siento como el aire sale al fin de mis pulmones dándome una leve tranquilidad. Mantengo la compostura tratando de no dar una imagen de debilidad.

— Gracias, aunque creo que podría haber actuado mejor — respondo falsamente, estoy orgulloso de mi trabajo, pero por algún motivo siento que admitirlo delante del jefe o sería lo apropiado.

— Siempre se puede actuar mejor — responde —. No quería hablar de eso, que ya está solucionado, ¿tienes todo listo para el viaje?

— Sí.

— Bien, necesito que esta semana hagas otro viaje extra.

Me quedo en silencio mirando la imagen de la pantalla, esperando que la conversación no se torne a como imaginé en un principio. Nunca he tenido miedo a morir, pero si temo las torturas, o cualquier mierda que una mafia pueda hacerme. Trato de no levantar la vista de la pantalla para buscar la mirada de alguien que considero casi como un amigo, ya que siempre me está apoyando, me limito a continuar con la vista clavada en la pantalla, sintiendo la silueta de Leonardo frente a mí.

— Irás a España — dice al fin —. Necesito que te reúnas con mis hombres allí, ¿aún hablas el idioma?

— Sí — respondo aún más calmado.

Llegué a Italia con diecisiete años, el español ya lo dominaba, y aun así, sigo escuchando música en mi idioma natal y hablando con viejos amigos de allí.

— Bien, será sencillo, la reunión será en Galicia, tu tierra, te daré más información una vez estés aquí.

Abro la boca para despedirme, pero la cámara de Piero se apaga antes de que pueda articular palabra.

Me tumbo en el respaldo de la silla soltando todo el aire y miro a Leonardo que está con una sonrisa en el rostro y los brazos cruzados sobre el pecho.

— Tenías que haber visto tu cara — dice con una sonrisa.

— Pensé que...

— Sí — me interrumpe —, todos los que se reúnen con el jefe piensan que van a morir. Ve a descansar chico, me ocupo de todo lo que queda por el resto del día.

— ¿Por qué me pide a mí algo así? — pregunto antes de irme —. Soy nuevo, se supone que no confía en mí.

— En la Famiglia confiamos, nadie arma a alguien que pueda matarlo. Nadie es tan estúpido como para matar a uno de los nuestros sabiendo que la persona de al lado dará su vendetta — responde —. La forma más fácil de morir en la Famiglia es por saltarte la omertà, o por vendetta, y ninguna de esas muertes será rápida.

Asiento, Piero insistió bastante en la omertà, su ley del silencio, cualquiera que vaya a la policía y hable de la Famiglia terminará en la cueva, un lugar del que solo he oído historias, y no me apasiona conocer.

Torturas, todo lo relacionado con este trabajo siempre se resume en torturas.

Voy directo a mi habitación, dejo la pistola en la mesilla, junto a la cama, y me quito la ropa a una velocidad récord para meterme en la ducha. Creo que este sigue siendo uno de los momentos más relajantes del día.

Enciendo el agua, poniéndome bajo el chorro frío que sale al principio y aprieto mi cuello con las manos antes de girarlo, sintiendo todos mis huesos crujir.

A penas llevo dos días en este puto trabajo y siendo sincero, está siendo el más cansado de todos en los que he estado, se puede decir que no tengo ni un minuto de descanso, siempre tengo que estar alerta.

El hecho de que Piero me mande a España quizá debería intimidarme, no deja de ser una reunión con gente de la mafia, pero el visitar mi tierra también es algo que me da tranquilidad y seguridad.

Apoyo la cabeza en el azulejo de la ducha, llevando mi vista a la erección que tengo, y que creo que no se ha ido desde el primer día. Una de las cosas que echo en falta de mi vida es, sin duda, los polvos rápidos después de cada pelea.

Sujeto mi miembro con la mano y cierro los ojos, decidido para acabar con el dolor que me está siguiendo durante días, pero aparto la mano de golpe cuando llega a mí un puto aroma que ya conozco, abro los ojos de golpe, no puede ser que esté empezando a obsesionarme con ella.

— Joder — gruño apretando la pared con mis manos.

Estiro el cuello, soltando el aire de mis pulmones, y el frío de un metal se clava en mi cuello, me quedo quieto, asimilando, que quizá al que debería temer no es a Piero, tranquilo por saber que el olor no era una alucinación, pero acojonado por no saber de lo que es capaz.

— Dejar tu arma a la vista no es algo muy inteligente, señor Santoro — gruñe Alessia antes de hacer sonar el gatillo. 

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𝘊𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘳𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘢𝘶𝘵𝘰𝘳𝘢

¡Hola bombones! 🖤 Estoy de vuelta, estos días de desconexión me han venido genial para desconectar y poder enfocar más claramente la historia.

Espero poder volver al ritmo de actualización semanal, pero todo dependerá de lo que tarde en escribir los capítulos, estoy tratando de cuidar más la ortografía, narración y los pequeños detalles.

¿Qué creéis que la ocurre a Alessia?  😏

¿Tenéis ya personaje amado y odiado? 🤭

¡Leo vuestras opiniones! 🧐