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Una manada de Gronckles pasó volando dejando ver a cada jinete volando sobre su respectivo dragón siendo seguidos por los rescatados para presentarles lo que sería su nuevo hogar.

Una muy superpoblada isla se reveló ante ellos con dragones volando en sus alrededores, sin vikingos en el lugar uno muy fácilmente lo hubiera confundido con un Nido de dragones; cortesía de ambos alfas.

-Esto es Berk.- Hicca presentó la isla a los nuevos residentes, siendo un Cuerno Carmesí el único que le prestaba atención.- Su nuevo hogar lejos de casa. Un destino de ensueño impresionante, con una sola parada y todos los gastos pagados.- les explicó observando a varios Gronckles descansando en una casa; aunque debido al peso la terminaron destruyendo.- ¡Así que acomodense y dejen que sus preocupaciones se disuelvan!- expresó con gran emoción.- El servicio aquí es de primera. La cocina es fogosa.

-Esto es increíble.- murmuró el Cuerno Carmesí observando cada detalle y a un dragón asando los pescados.

-Y los locales son tan pintorescos como se pueda.- comentó siendo seguidos por los nuevos residentes y Chimuelo sujetó su cintura dejando que su brazo herido sane gracias a su saliva.- Cualquiera puede manejar un paraíso común y corriente con playas y sol.- sobrevolaron una calle bastante transitada donde pasaban con cierta dificultad o tenías que pasar saltando sobre dragones.- Bueno, nosotros no. Tenemos algo que nadie más puede manejar.- se elevaron más dejando ver el pintoresco pueblo.- Nosotros, amigo mío...- el Furia Nocturna soltó el brazo de su prometida revelando que la sangre había dejado de salir y en unos pocos minutos más iba a estar como nuevo.- Tenemos dragones.

-¡Despejen el camino y llamen a la anciana!- gritó Aren aterrizando en una máquina mientras Gothi llegaba rápidamente con sus Terribles Terrores sujetándola para que no se cayera al caminar.

-Montones y montones de dragones...- Chimuelo dijo antes de ver al dragón rugir al resto mientras los aldeanos, y dos ovejas disfrazadas, huían antes de ser aplastados. Gothi llegó a su lado y comenzó a inspeccionar su espalda viendo el moretón que se le había formado en la zona de sus alas y comenzó a tratarlo.

-Pandilla, conozcan a nuestros últimos berkianos.- Hicca los presentó retirando su casco revelando su ahora nuevamente corto cabello castaño con mechones rebeldes y el nuevo residente volvió a rugir con un leve bufido.- ¡Bienvenido al paraíso, amigo!- varios aldeanos llegaron para ofrecer pescado a los recién llegados.

-¿No eres una belleza?- halagó una mujer a uno que ronroneó ante el tacto.

-¡De nada! ¡De nada!- Patán presumió colocando su casco a un niño sin ningún tipo de cuidado.- Me enfrenté a un centenar de tramperos... A... ¡Mil tramperos!

-Todos con calzoncillos ardientes.- se burló Brutilda.

-Mi barba gruesa y tupida casi se incendiaba.- comentó Brutacio tomando su dicha barba y recibiendo una mirada de asco de su gemela.

-Solo... Solo detente.

-Así que, madre de Hicca.- Patán se acercó a ella de forma para nada coqueta a la mujer que revisaba a un dragón.- ¿Alguna observación de mi asalto o aplastamiento de huesos? ¿O fue casi perfecto?

-Fue indescriptible. Y por favor, llámame Valka.- pidió de forma amable.- Ya ha pasado un año.

-Nombre de pila ya.- murmuró asombrado con una sonrisa orgullosa y Colmillo hacía gárgaras como si fuese a vomitar.

-Creo que los verdaderos héroes del día fueron Chimuelo y Aren.- Hicca dijo acercándose a ambos viendo a Gothi examinar un pequeño hueso que estaba fuera de lugar. Tuvo que aguantar la risa cuando vió cómo la anciana tomó el hueso y lo acomodó en su lugar de un solo movimiento haciendo a Chimuelo casi gritar; casi, porque el muy orgulloso ahogó el grito y una lágrima se asomó en uno de sus ojos.- ¿No es cierto, amor?- lo calmó con un beso en la mejilla.

Heart of a DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora