IX

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Era una mañana en la que ahora llamaban Nueva Berk. Hicca se encontraba trabajando en una nueva cola prostética sin notar la presencia de Astrid detrás tuya, quién al asomarse por su hombro logró ver los planos de su nuevo invento.

-Oh, alguien no ha dormido.- habló Astrid asustando a Hicca.

-Sí, bueno.- tosió un poco.- Bueno, al parecer esa Furia Luminosa no me deja estar cerca de ella.

Mientras Hicca hablaba Chimuelo estaba durmiendo y Aren a un lado de él comenzó a rascarse y soltar escamas que cayeron al suelo. Astrid se agachó y tomó unas cuantas en su mano.

-Y ninguno de nosotros no vamos a dormir o encontrar el Mundo Oculto hasta que Chimuelo se haga cargo.- aunque sus palabras murieron cuando vieron al mencionado dormir tranquilamente a su lado.

Aren por su parte tomó su forma humana y tomó el catalejo de Hicca.- Con tu permiso, voy a tomar esto.

-¡Hey!- lo vió irse con su invento.- ¿Qué piensas de eso? Sí.

Hicca empujó, de forma intencional, a Chimuelo y tomó un bowl del suelo.

-Ya lo intentaste antes. No la quiso.- Astrid le recordó sobre el regaló que le había hecho años atrás y cómo Chimuelo desapareció por días para buscarle el casco perdido a la vez que dejaba las escamas en el bowl.

-Bueno, hasta ahora él no tenía una razón. ¿Verdad, amor?

-Ya te dije porque no la quería.- le dijo antes de escupir en el bowl e Hicca comenzó a moler las escamas.

-Hm...

-¿Qué?

-No, nada. Solo... Solo estoy impresionada. Digo, mirate. Aceptando el cambio. Estoy orgullosa de ti.- Astrid comentó recordando lo terca que Hicca solía ser respecto a los cambios desde que había llegado a Berk.

Hicca comenzó a pintar la prótesis con la nueva pintura.

-Bueno, él es mi mejor amigo y mi pareja. Solo quiero verlo feliz. Y además, solo es hasta que Aren logre traer a la Furia Luminosa.- se levantó para darle un medio abrazo a Astrid mientras toma la cola prostética.

Sin embargo, Astrid miraba de forma preocupada a Hicca y solo podía negar con la cabeza.

-De acuerdo, amigo. ¡Dispara cuando estés listo!- Hicca le dió la órden.

-¡Ahí va!- Chimuelo disparó una bola de plasma a la cola; sin haber esperado que Bocón caminara justo detrás del invento dejando sus ropas llenas de ceniza y su barba quemada.

-¡Oh!... Bueno, puedo asumir que tu cola es a prueba de fuego.- comentó Bocón para nada impresionado antes de apagar el pequeño fuego de su barba. Miró a su ahijada de forma molesta antes de irse del lugar e Hicca solo pudo darle una sonrisa nerviosa.

-Muy bien, Chimuelo.

El Furia Nocturna comenzó a circular alrededor de su pareja esperando probarse la cola.

-Okay, okay, okay. Sí, lo sé. Shhh, lo sé, shh.

-No puedo evitarlo, ya sabes que todo lo que haces son cosas maravillosas. Como tú. Además quiero vengarme de esa maldita...- eso último lo terminó susurrando para sí mismo.

Hicca tuvo que abstenerse de romper la cola en la cabeza de Chimuelo por avergonzarla de esa manera.

-Tienes suerte de que te amo...

Hicca en ese momento trató de ponerle la cola, pero Chimuelo estaba bastante emocionado y movía la cola sin control.

-Por favor, eso no me ayuda.- se quejó Hicca.

Heart of a DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora