Estamos en pleno siglo XXI, año 2022, un tiempo en el que "supuestamente", Alfas, Betas y Omegas somos iguales y tenemos los mismos derechos. Aunque lamentablemente la realidad no es ni parecida a ello, aquí al menos, en Seúl, no era así.
Todos vivi...
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-¡Adivina qué!- entré a la casa gritando con emoción y llamando la atención de Jungkook que se encontraba en el sofá junto a mi cachorro, viendo una película de superhéroes -¡Tengo trabajo, Koo!
-¿Qué? Es en serio?- preguntó poniéndose de pie y acercándose a abrazarme
-Si! Hablé con Taehyung y me dió empleo en su bar
Luego del cumpleaños de MinMin el alfa del destinado de Jungkook y yo mantuvimos contacto, se había convertido en un buen amigo para mí a pesar de ser un alfa. Me trataba bien y teníamos muchas cosas en común, entonces, cuando le dije que me gustaría trabajar él me ofreció un empleo como camarero en el bar que habían adquirido recientemente él y Hoseok.
Estaba bastante emocionado, y ahora que pronto mi pequeño comenzará a ir a la escuela esto me venía como anillo al dedo. Si bien no me alcanzaría para la matrícula y comprar todos los materiales que le hacían falta, sería menos dinero el que le tendría que pedir a Taemin en su momento. Me ponía de los nervios solo el pensar que pronto llegaría ese día.
-Felicidades Jiminie!- el peligris me felicitó dejando un montón de besos por mi rostro
-No! Papá es mío!- MinMin corrió hacia nosotros separándome de Jungkook y abrazando mis piernas, mirando con su ceñito fruncido al alfa que le daba una sonrisa divertida
-Tu papi me quiere más a mi que a tí- se burló sacándole la lengua infantilmente
-Eso no es cierto!- exclamó mi cachorro sacándole la lengua también
-Por supuesto que sí!
-No, claro que no!
Si, a veces creo que vivo con dos cachorros en vez de uno. Los dejé discutiendo infantilmente y fui a la cocina para tomar un poco de agua, hacía bastante calor afuera, o tal vez solo era yo, no lo sé. Estaba a punto de agarrar un vaso cuando los brazos de Jungkook rodearon mi cintura y su nariz fue a parar a mi cuello.
-Jungkook...?- quise voltearme pero el me lo impidió, de pronto sentí como dejaba un par de besos y luego pasó su lengua, erizando mi piel y haciendo que una pequeña corriente atravesara mi columna
Sentía mi cuerpo caliente y un cosquilleo en mi vientre. Mi lobo movía su cola contento coquetéandole al alfa de forma descarada.
-Tu aroma está más dulce o es mi imaginación?- murmuró con voz ronca dejando pequeñas mordidas en mi cuello, apretando mi cintura con fuerza mientras yo mordía mi labio inferior evitando que algún sonido saliera de mi boca -Tu aroma a fresas es más notorio ahora, el algodón de azúcar es casi imperceptible
-Y..yo creo que...
-Papá vamos a jugar!- Seokmin entró corriendo a la cocina así que de un empujón me separé de Jungkook y miré a mi hijo sintiendo mis mejillas calientes a más no poder
