Hoy era su gran día, el día tan esperado de los dos tortolos de esta historia, Kiriahima estaba desesperado, quería ver a su novia.
Las molestas ahora damas de honor, no dejaron que durmiera con ella, esto lo tenía más nervioso no la veía desde ayer en la tarde cuando las chicas arrasaron con su casa llevándose todo lo necesario en una maleta y el supuesto vestido dijeron que irían por el esa misma tarde y era la última prueba de vestido.
Luego de eso con suerte pudo darle un poquito a su adorable chica que le prometió recompensar los besos perdidos del resto de la tarde y noche. Los amigos del pelirrojo vinieron con el paea que no se comiera la cabeza solo, sus amigos llegaron y se comieron todos la cabeza pensando en que faltaba tenían los anillos se los llevo Katsuki por qué Kirishima podía perdernos, mañana en la mañana se lo entregarían a la pequeña(ya no tan pequeña) Eri, quien sería quien lleve los anillos.
Pasaron las horas y por fin estaban arreglando a akirishima el cual estaba muy ansioso, deseaba ver a Katsuki, no estaba acostumbrado a que ella no durmiera junto a él, ni a que ella no lo despertara, estaba ansioso por verla en su vestido blanco.
Tenía curiosidad que elegiría. Sea lo que sea, el sabía que se vería de igual manera presiosa.
Mientras más pensaba, más afortunado se sentía, podría casarse con la mujer mas hermosa, cariñosa, mandona, exigente, gruñona, rabiosa, Sexy, adorable y cálida. Podría describir a Katsuki temporalmente Bakugou to el día pero tenía que llegar a la hora o su novia se pondría ansiosa y el no quería episodios de ataques de pánico en su gran día, todos los chicos de ahí se revisaban mutuamente para que no hubiera ningún desperfecto.
-¿Como se me ve el culo bro?¿me veo muy arrastrado bros?-pensaba el rubio mirándose fijamente el trasero con sus amigos imitando su acción.
-naaah, todo bien bro-dijo Kirishima con su bellísima sonrisa de tiburon.
-te ves bien, si no tuviera jefa si te daba-dijo Sero pensándolo mientras los demás se hechaban a reír, dios que el pelirrojo extrañaba a sus amigos aunque faltaban tres chicas para completar su bakuesquad.
-aveces pienso que son muy raros.-se sincero el bicolor. Con su novio dándole un zape.
-Shou-Chan shhh-
Luego de esa pequeña conversación peinaron como se debía al teñido.
Pasando estos últimos hermosos momentos con sus amigos antes de ser hombre casado, la novia y sus damas, junto con la madre de Kirishima y la suya(también padre de Katsuki pero este aun no podía entrar).
-¡Katsuki por la mierda muchacha del demonio!¡Estate quieta dos segundos!-grito Mitsuki mientras le terminaban de maquillar a la nerviosa chica, Mina hacia su trabajo como podía acostumbrada a Katsuki nerviosa así que aún así podía maquillarla.
-Mitsuki-San no le grite o la pondrá más nerviosa...-Decia la madre de su futuro esposo defendiendo a nuestra rubia.
Las dos madres se ponían a pelear diciendo quizás que cosas, Katsuki no le ponía atención solo quería ver a su novio y que la calmara.
-Dios segura que no puedo verlo antes?-dijo la novia con un pucher9 para Mina, a esta le pareció adorable pero no cedería ante encantos, es de mala suerte que los novios se vean antes y Mina ni las demás cederían.
-No cariño, no te dejaremos es de mala muy mala suerte.-dijo Uraraka negando ya vistiéndose maquillada por Momo y las demás también ya listas a la novia la dejaron de último para que durmiera bien, si no la tendrían todo el día de la boda solo quedaba una hora para unir su vida con el hombre que ella adora, estaba muy ansiosa, nerviosa y asustada, pero no menos importante contenta, aquel brillo nadie se lo quitaría, se casaría con Eijirou y nada la hacía más feliz que eso.
La rubia a regaña dientes se dejó vencer, ya luego dio maquillaje vino la hora del vestido, se lo pusieron con cuidado y Mitsuki Bakugou quería llorar por segunda vez en su vida, la primera fue cuando nacio su hija y la segunda fue esta.
-tu padre va a estar llorando peor que yo...-dijo y abrazo a la novia mientras todas se alarmaban. Si Katsuki lloraba se pondría rojiza y por muy tierna que se viera no era la idea, la rubia menor abrazo más a su madre llorando un poquito y Mina se alivio al recordar que uso maquillaje antiagua.
Las rubias se quedaron abrazadss viviendo su dulce momento hasta que llegó la hora.
Había que mostrarle a su padre la belleza de hija que tenía, aunque él no desconocía esto, Bakugou con su hermoso vestido de blanco camino a pasos lentos y nerviosos donde su padre el cual estaba de terno rojo con un vestido que contrastaba con el vestido rojo de su mamá, el padre al verla aún no podía creer que su bebé ya había crecido, su princesa, su niña... ya no seria de el...
-¿P-Papa?-pregunto la rubia nerviosa y ansiosa por la reacción de su adorado padre el cual se le aguaron los ojos llenándose de lágrimas.
-M-mi princesa se ve hermosa... te vez perfecta, mi adorada hija me sera arrebatada... ya no será mi princesa...-Dijo llorando su padre abrazándola y la pequeña rubia sintiéndose una niña otra vez se permitio ser algo solo algo cursi.
-p-papito... siempre seré tu princesa lo prometo si?-dijo con su voz temblorosa apunto de llorar quedando oculta en el pecho de su padre.
-oh mi niña~ papa te ama no lo olvides...-dijo abrazando a su pequeña dando suaves caricias en su pelo mientras está se relajaba.
-Vamos.. tu futuro esposo debe estar ansioso, no te ve hace un día y me llamó ayer a las tres de la mañana pidiendo consejos para dormir, por que te hecha de menos.-dijo su padre sacandole una risita pequeña.
-Es un idiota lindo papa~-dijo la rubia feliz y enamorada.
-Entonces no lo hagamos esperar más.-
Por otro lado Kirishima ya estaba frente a la iglesia saludando a sus invitados recibiendo felicitaciones por parte de todos estos mismos los cuales se alegraban y envidiaban que se que daría con una de las mejores héroes y modelos.
Se sentía definitivamente afortunado.
Quiere verla.
Besarla.
Abrazarla.
Apreciarla.
Pero más que todas esas cosas y a la vez todas en conjunto.
Amarla.
.....
SE VIENEEEE.