Los dos felices padres se encontraban mirando a su tierno bebe dormir, era una dulzura, ya era hora de salir del hospital donde su querido Natsuki nació.
Kirishima cargo al bebe como prometio a Katsuki, de paso también a yudo a su esposa a que se parara, con facilidad colo era de esperarse del gran héroe Red riot.
Katsuki tapo a su bendición hasta la cabeza mientras dormía para que no le agarrara el frío y como una feliz familia salieron del hospital con su mini Kirishima-Bakugou. Kirishima abrió la puerta trasera del auto para que Katsuki se subiera al auto para proceder a dejar al bebé con delicadeza en los brazos de su madre que lo miraba como la cosa más hermosa del mundo, jamás había visto a Katsuki con aquella mirada tan brillante, el corazón del pelirrojo estaba que se salía de su lecho, la felicidad estaba en su tope máximo, se juro así mismo proteger a su familia. Y lo cumpliría cueste lo que le cueste. Termino subiéndose para prender la calefacción para que su bebé no sw le resfriada ni nada, y mucho menos que la madre también se enfermera. Con una sonrisa manejó con calma hacia su dulce hogar.
Su hijo estaba tranquilo durmiendo en los brazos de su mamá, la cual le brindaba aquella calidez que el bebé tanto necesitaba, le daba la calma para seguir durmiendo sin que nada lo moletara, ni se molesto papa haciendo preguntas estúpidas y obvias.
Llegaron a su destino, con Kirishima primero que todo abriendo la luerta para que Katsuki salga del auto volviendo a cargar a su hijo el cual se removió por el cambio de brazos. Katsuki salió con ayuda de la mano del moreno.
Con una sonrisa de enamorado beso dulcemente a su esposa provocandole una risa.
-Vamos adentro cariño-hablo con una calma y felicidad que su amado noto apenas escucho esa voz. Solo asintió abrazando a su esposa con uno de sus brazos y con el otro sosteniendo a Natsuki el cual seguía profundamente dormido. Katuski abrió la puerta y la calidez de su casa los invadió, se sentían plenos y completos. Tenían ahora su bebé consigo.
Eran felices realmente.
-Bienvenido a casa Natsuki-sijo bajito la rubia cerrando la puerta tras ella.-Vamos arriba, quiero recostarme, me siento algo cansada-dijo la rubia mirando a su bebe enamorada, la imagen de su esposo con un pequeño bultito en sus brazos era adorable. Un grandote con una cosita minúscula. No aguanto tomando su celular tomandoles una froto que pronto enmarcaria. Sus dos más grandes amores en una foto.
Dios en su cabeza y corazón no cabía tanta felicidad.
-Vamos tesoro, te haré un te si quieres, para que te relajes,¿Algo que quieras comer?-hablo con una sonrisa siendo muy servicial con la mujer que dio a luz a su primogénito aunque cabe destacar que Kieishima siempre fue un cielo con esta, flaqueeo unos dos meses pero nada que no arreglo. La única fémina asintió llendo a su habitación junto con sus chicos. Apenas llego se cambió su ropa por un pijama materno, para que no se le dificulte tanto darle pecho al bebé. Luego e eso se acostó bajo las sábanas para palmearla y así vinieran su esposo e hijo. El primer mencionado hizo caso a la primera dejando al pequeño Natsuki en la cama al lado del pecho de su madre, el solo procedió a quitarse su polera quedando en su buzo recostados al lado de la mujer mas maravillosa que conoce, le hizo cucharita a su esposa acariciando la frente de su hijo acomodando mechones negros, rebeldes, su color de cabello, nunca se sintió más orgullo del negro más que en ese momento.
Tal vez ae lo dejaría negro un tiempo...
Vio la piel de su hijo exactamente igual a la de su mamá, vio las pequeñas facciones de us hijo de apenas tres días de nacido. Era una maravilla tenerlo junto a ellos. Adoraba a su familia, vio la redonda nariz del bebé recordándole a la de su querida Katsuki, amaba que fuera parecido a su esposa. Vio el arco de los labios del bebé, iguales a los de su mamá, sus ojos.. serían rubíes o granate como los de el? Un rojo tan oscuro como los de el o un rojo brillante como su madre... eran unas dudas que quería resolver pero no podía despertar a su bebe, curiosamente a pesar de que el más pequeñito de la casa se sintiera a gusto, tenía levemente fruncido du ceño. Era gracioso... igual a la mamá.
Vio a la madre mirarlo con una calidez que solo las madres tenían. Se veía miraba tan preciosa...
-Katsuki...-dijo bajito para no molestar a su enojon hijo.
-Dime-susurro igual
-Gracias, realmente gracias.-hablo con la voz tirirtona. Iba a llorar-Me diste lo más hermoso y importante que pudiste darme, no se como agradecerte tanto, gracias por elegirme... te agradezco por no rendirte y siempre perdonarme, si aquel día.. te hubieras separado de mi no tendría este hermoso momento. No sabes cuanto te amo y amo a Nuestro hijo. Natsuki.. Natsuki es el niño más precioso que vi.. tan parecido a ti.. pero con pequeños reflejos míos... su cabello negro... es igual al mio. Mierda Katsuki... ¿hay algo que no hagas bien?-hablo con us mano en el corazón con algunas lágrimas asomándose mientras abrazaba a la mujer de sus sueños. Esta misma poso su mano en su cabello dándole suaves caricias.
-Recuerda que... esto no lo hice sola... sin ti no tendría a mi bebe... a mi dulce niño.. adoro que tenga cierto parecido a ti.. será un buen niño. Debería yo agradecerte a ti por aguantarme no?, pero mejor disfrutemos de esto Eiji, disfrutemos de nuestro bebe..-hablo como siempre, teniendo toda la razón.
-Mierda siempre dices lo justo y preciso calmando mi alborotado corazón que tu misma alteras. Katsuki, son mi todo, son mi adoración.... prometo dar mi vida por ustedes.-hablo serio y sincero sellando su promesa con un dulce y amoroso beso.
.....
¿Quién dijo que ser padres era fácil?
Es hermosa la paternidad, pero también tiene sus puntos fuertes.
Natsuki al parecer despertó de horrible humor a las famosas tres de la mañana, no tenía mejor hora el niño, al parecer, estaba hecho y tenía hambre según Katsuki, se encontraba buscándole un body y un mameluco a su hijo mientras su esposa se encargaba de cambiarle los paños al llorón de su hijo, no lo malinterpreten, lo amaba, pero estaba acostumbrado a dormir como tronco.. llevo la ropa y la madre le puso la ropa con delicadeza y paciencia, no podia molestarse con su niño. Era un bebé, no sabe que hace. Así que, la culpa pasa al padre.
Le vestido dando un lindo beso en la frente del recién nacido que al sentir el contacto tan amoroso de su mami, cesó un poco su llanto solo sollozando con hambre, su mamá le dio de inmediato pecho para que se alimentará callando aquellos quejidos y sollozos que su bebé expulsaba, comía gustoso con sus mejillas teñidas de un tenue rosa, igual a la mamá.
La imagen para el pelirrojo era perfecta, y como siempre no se pierde oportunidad en esa familia para sacar una foto, lo hizo, mientras la mamá del bebito comenzaba a sacarle la gases al bebe.
Kirishima bostezo suspirando con un puchero. Katsuki medio un poco a Natsuki "alias bebé enojon" Katsuki tenía sueño pero debía cuidar de su hijo lo dejo en su cunita plegable tapandolo con sus frezadas. Y ellos volvieron a acostarse con las propias aunque Katsuki noto que su hijo se aferro a la manga de su pijama cuando volvió a intentar dormir, vio a su hijo que tenía su mano y apretaba como podía, en un intento de que su madre no se despegue de él. Le ofreció un dedo al recién nacido. El cual este no solto durante toda la noche restante. Así Katsuki también logró dormir entre sus dos hombres favoritos en todo el bendito mundo.
Durmieron en paz, Kirishima abrazando a Katsuki con su mano en su pecho como siempre, ya se acostumbro, y su hijo con una mano en su dedo.
Ah... como los quería.