¡¿Intercambiamos... de Cuerpo?!

Capítulo 9: Latidos Del Corazón

Esa mañana, "Natasha" se había levantado mas temprano de lo que acostumbraba.

Hoy, después de varias semanas de espera, por fin había llegado el día. Llena de emoción e incertidumbre, pero también felicidad.

Después de varias semanas, por fin vería a su bebé. A esa pequeña cosita que tan locos tenía a todos.

—Alguien está emocionada o la palabra correcta sería; ¿emocionado?

—Cómo no estarlo —ella le contestó —He esperado esto por semanas, no puedo esperar a verlo.

—Sí, yo también estoy ansiosa —contestó —Ve a darte una ducha, le diré a los chicos que preparen el desayuno.

—Bien —dijo —Aunque esperaba que te ducharas conmigo.

—Sí lo hago, eso significa que tendremos que pasar dos horas bajo el agua —contestó —Y dados los recientes reclamos de Tony, no estoy tolerando sus quejidos.

Ella rió, para después perderse entre la puerta del baño.

"Steve" bajo tan pronto como escucho el agua de la regadera caer, pues con todos los riesgos que conllevaba un embarazo, temía que las cosas (hasta ahora estables) se complicarán y algo horrible sucediera.

«Relajate, eso no sucederá. Le hicieron todos los estudios médicos y todo indicó que estaba en perfectas condiciones para ser madre»

Desde luego tan pronto como las noticias del bebé llegó a ella, fue un punto de quiebre, pues sabía todos los tratamientos que fue sometida, la sola idea de que tan siquiera su cuerpo rechazará al feto. Había provocado en ella un sin fin de miedos y agonías, tanto como las propias pesadillas.

Pero gracias al optimismo de su esposo, su familia y amigos, todas esas inquietudes se disiparon. Y pudo tener al menos un tiempo de paz, la cual no duró mucho por todo el tema del pleito y la llegada de Thor y Loki.

—Par de idiotas —sonrió levemente. —Mira que jugar al cupido, bueno tengo que darles el crédito por eso. Hasta que finalmente su cabeza hueca sirvió de algo.

Tomó el ascensor que lo llevaría hacia la sala de estar, la cual estaba conectada a la cocina, por lo cual era mas fácil el acceso.

No se le hizo raro no encontrar a nadie en la antes mencionada; sala, pues no era un oficial de policía que necesitaba supervisar a cada uno de los residentes de la base.

Como había dicho su esposo hace unos años antes:

"Si bien, todos nos cuidamos entre nosotros, eso no significa que debamos estar al tanto de todos al estar en una zona segura como es la base de los vengadores.

Todos aquí conocen las reglas, solo ustedes son los únicos responsables de sus cosas personales, sus misiones y sus estancias. Me gusta el orden y no deseo que esto se convierta en un caos a las primeras horas.

Confío en que son lo suficientemente maduros como para quedarse solos sin estarle arrancando la cabeza a terceros.

De ahí en adelante, son libres de hacer lo que quieran, siempre y cuando sean responsables con sus deberes y no pongan en riesgo la salud de otros"

Pues no era nada raro, al menos para ella, que la base se encontraba muy silenciosa. Pues muchos (por no decir la mayoría) se pasaban la mayor parte en sus estancias, en la cocina, la sala de estar o incluso la sala de entrenamiento.

Lo que sí le pareció raro, fue el extenso ruido que provenía de la cocina. Por lo que ni corto ni perezosos, fue a supervisar que rayos estaba sucediendo y por qué razón había tanto ruido.