Capítulo Final: Integrante Pequeño

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Durante algunos días "Steve" se mantuvo serio.

Solo hablaba y muy pocas veces le dirigía la palabra a su esposa, o de plano había días que ni siquiera lo hacía.

—¿Estas cómoda así?—preguntó acomodando la almohada en su espalda para que tuviera mejor apoyo.

—Sí, así está bien —fue lo que respondió por su parte —Gracias.

—Bien —él le comentó con desgano poniendo la charola en sus piernas.

Él desayuno iba en silencio, "Natasha" comía lo proporcionado del plato y que decir de su esposo.

El cual únicamente se había dedicado a picotear el plato de la fruta, sentado a un lado suyo.

—Ahh, ¿tiene que estar el aquí?—dijo de pronto señalando al perro que únicamente se le quedaba mirando curioso —Es antihigienico

—Dodger es parte de la familia —le reprendió —Por lo tanto es libre de decidir si quiere estar aquí y por lo que veo así es.

—Sí, pero no cuando estamos comiendo —le respondió —¿Tienes idea de la cantidad de germenes que tiene su saliva?, y ya mejor ni hablamos del pelo

—¡Dijiste que podía quedarse!—le exclamó.

—Yo dictamine que podía quedarse siempre y cuando se quedara en el patio —reprendió

—Dodger se queda, por ser él quien se queda a velar por mi cuidado cuando todos están ocupados —argumento —Además de que me ayuda como perro de apoyo emocional.

—¡¿Perro de apoyo emocional?!—preguntó exasperado —¿Osea que para ti es mas de ayuda un saco de pulgas andante que una persona que te ha estado al pendiente de tu cuidado desde el inicio?

—¿Sabes que?—dijo dejando por fin el tenedor en la mesa. —Estúpido, toda esta situación es completa y absurdamente estúpida. Mejor como en la cocina, me evitas dolor de cabeza

—No te puedes parar, las indicaciones de Cho fueron claras —expresó —¡¿"Natasha" a dónde vas?!

—¡Yo que se!—le dijo al borde de las lágrimas —Pero no voy a permitir que eches afuera al ser que ha hecho de mis crisis emocionales más estables. ¡¿Por qué no puedo romper las reglas?! ¡¿Porque siempre tengo que ser el recto, por que me prohíben algo que me hace feliz?!

—Oye, tranquila —intento calmarla —Se que estoy siendo un poco estricto, pero entiéndeme, es mi primer bebé, sabes cuanto he luchado por esto. Temo que algo pase.

—N-no pasara nada —explicó —Ha sido un perrito muy bueno, se duerme en su colchón, no ladra y me cuida, es un chico bueno. ¡Por favor, deja que se quede!

"Steve" miro al can, el cual parecía confundido con la situación, después miró a su esposa y ver esa mirada llena de lágrimas hizo que su corazón se hiciera pequeño.

—¿Tienes que usar mi técnica en mi contra?—preguntó sarcástico —Bien, puede quedarse adentro de la habitación. Con la condición de que sea entrenado, no puedo seguir perdiendo y encontrando mis pares totalmente mordisqueados.

"Natasha" sonrió complacida con su esposo, tanto que no dudo siquiera ni un solo segundo en abrazarlo cariñosamente.

—¿Qué?—fue lo que cuestionó cuando la escucho reír levemente

—Con razón usas sandalias todos los días —rio ligeramente.

Las semanas pasaban, finalmente Natasha se encontraba en la recta final del embarazo y según palabras de ambos médicos quienes habían estado monitoreando el embarazo.

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