Elige Uno- Outer Banks

Cap 5 - ¿Qué pasó?

Al llegar a casa me quité la ropa que llevaba, la eché a lavar y me puse mi pijama tras ducharme. Estaba apunto de meterme en la cama hasta que mi hermana apareció en mi habitación muy emocionada.

-¿Dónde has estado? - preguntó con cierto tono que indicaba que ya lo sabía y que quería saber detalles.

-He ido con JJ a dar una vuelta.

-Solo a dar una vuelta dice si llevas todo el día fuera. Quiero los detalles, ¿ha pasado algo? - dijo para dejar claro lo que quería y yo sabía.

Me eché para atrás en la cama para evitar su mirada y me eché a reír.

-¡¿No puede ser?! ¡¿De verdad!? - dijo demasiado ilusionada, tanto que daba hasta miedo.

-Nos hemos besado - dije contagiándome de su emoción.

-¡HAHAHAHAH MADRE MIIIAAA! - chilló dejándome sorda - ¿Pero te gusta? ¿Es solo por diversión? ¿Era una cita? ¿Me haréis tia? Eso no aún es muy temprano - empezó a decir tan rápido que casi ni se entendía.

-Tranquilizate por favor - le pedí por el bien de mis sentidos auditivos - Fuimos a una biblioteca, luego tomamos helado y por último surfeamos viendo como el sol se ponía, allí en la playa fue donde nos besamos y hemos dicho que sí ha sido una cita. Creo que siento algo por él pero es demasiado temprano apenas lo conozco y no estoy lista después de todo lo que pasó en México y...

-Espera ¿Qué pasó en México? - dijo cortándome y poniéndose seria.

-Mierda - dije tapándome la boca - Nada importante tranquila.

-Lina ¿Qué pasó en México? - dijo en tono amenazante.

-Nada de verdad.

-Lina Carrera como no me digas ahora mismo qué mierda pasó en México le cuento a mamá y a papá que casi mueres drogada - se me había olvidado que ella lo sabía.

Antes de mudarme a México empecé a drogarme, me acostumbré a una dosis diaria hasta que se me empezó a quedar corta. Un día me pasé con todo, me había metido casi 5 gramos de coca, me inyecté otras drogas que ni sabía que eran y además fumé y bebí mucho; así que me dio una sobredosis, por suerte para mí mi hermana estaba en casa en ese momento y pudo llevarme al hospital.

Cómo mis padres estaban en un viaje de negocios solo se enteraron de que fuimos al hospital pero creyendo que fue por un dolor fuerte de barriga y de momento no se han enterado ni entra en mis planes que se enteren.

Después de eso no me volví a drogar así nunca aunque es cierto que alguna que otra vez un porro o dos me tomo pero es raro que lo haga.

-Está bien, tú ganas, te lo cuento pero por favor no me pidas nada ni siquiera me digas nada después de contarte esto. Ven siéntate - le dije palmeando el hueco que había en a mi lado en mi cama.

-Cuando llegué a México conocí a un chico, se llamaba Alex, empezamos siendo muy buenos amigos pero con el tiempo ambos comenzamos a sentir cosas por él otro así que hicimos que nuestra relación pasara de amigos a novios.
Al principio todo era perfecto, hasta que Álex se empezó a enfadar y a poner celoso por cualquier cosa haciendo que me gritase pero luego me pedía perdón diciendo que solo tenía miedo de perderme y eso lo ponía nervioso, así que yo como imbécil que soy le perdonaba.
Esos gritos empezaron a ser más continuos hasta que se convirtieron en golpes. Yo no sabia que hacer ya que estaba sola allí. Un día fui a denunciar porque la paliza que me dio no fue normal, se pasó mucho pero cuando fui a hacerla el policía en vez de ayudarme se rió de mí y se lo dijo a Álex porque resultó ser amigo suyo lo que hizo que al volver a casa él me diera otra paliza más fuerte aún. Un día que él tenía que trabajar todo el día cogí mis cosas y me fui a un hotel, mientras que buscaba piso, encontré uno de alquiler y me metí allí solo por un par de semanas porque luego me vine aquí - sin darme cuenta había empezado a llorar y Kie lo hacía conmigo.