Barriga

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Capítulo 11: Barriga

Entrando a su octavo mes era claro que Chu Wanning estaba embarazado. Sus túnicas tuvieron que ser modificadas para que pudieran cerrar de manera cómoda ante el cambio en su cuerpo. Ahora era más difícil mantenerse de pie o hacer demasiado esfuerzo, agacharse, pararse, dormir, todo era molesto.

El calor incrementaba cada día dejando al pobre hombre en un estado de ira latente. No sólo eran los dolores en todo su cuerpo, sino también el clima, esa noche Chu Wanning se sentía sofocado entre la pared y el cuerpo grande y caliente de Mo Ran. Amaba que su esposo lo abrazara, sí, pero no cuando el clima era insoportable y tenía una barriga gigante que no lo dejaba acomodarse. 

Intentó empujar a Mo Ran un poco lejos de él, pero mientras más lo hacía más se aferraba a Chu Wanning. El embarazado hombre se quedó boca arriba con el brazo caliente y musculoso de Mo Ran aplastando su pecho junto a una pierna entrelazada a las suyas. El viento que entraba por la ventana era mínimo para hacerlo sentir fresco y su energía últimamente era débil para crear algún hechizo, el bebé consumía la mayoría para su desarrollo. 

Contempló la idea de aventar a Mo Ran de la cama y que durmiera en el suelo, pero su agarre era fuerte, Chu Wanning estaba aprisionado, cada vez su mal humor crecía más y más. 

Tampoco ayudaba que el bebé estuviera moviéndose, miró a Mo Ran que roncaba suavemente en un agradable sueño mientras él llevaba dos inciensos completos despierto. —Mo Ran —lo llamó tratando de ser racional—. Mo Ran —el hombre sólo se acercó más haciendo que el rostro de Chu Wanning se arrugará en desesperación—. ¡Mo Ran! —El hombre no abrió los ojos. 

Furioso simplemente golpeó el pecho del menor hasta que logró ponerlo de espaldas y escapar de ese infernal lugar. No podía seguir acostado en esa incómoda cama, así que salió de la habitación hasta la sala donde una silla modesta esperaba. 

Chu Wanning lentamente se sentó y dejó que la fresca ráfaga de aire que entraba por la ventana lo golpeara. Sus túnicas interiores eran delgadas, pero le encantaría quitárselas, pensó. Goutou llegó al oír a su amo a la sala para acostarse a su lado, Chu Wanning lo acarició un poco antes de poner su mano sobre el abdomen hinchado que parecía a punto de explotar.

Realmente estaba a punto de explotar. 

En unos días Mo Ran y él debían ir a Guyueye para alojarse un tiempo esperando el parto. Tenían casi todo listo, faltaba empacar unas cuantas cosas, después del parto debían quedarse unos días más para revisión posterior. Chu Wanning acarició su barriga mientras veía la nada. 

—Pronto estarás aquí —dijo de forma que sólo el bebé dentro de él lo escuchará—. ¿Estás emocionado? Has pasado un largo tiempo aquí, ¿te gustara salir? ¿Te gustará conocer a A-die? —Una patada lo hizo sonreír, estaba siendo escuchado. Chu Wanning no era un hombre que hablara mucho, que se expresara, pero ese pequeño ser en su interior lo hacía querer intentarlo, no podía ser como Mo Ran que hablaba y hablaba sin parar con él, pero podía hacer el intento a su manera—. Todos esperan verte, hay mucha gente que te ama ya, pero nadie está más emocionado que Mo Ran.

Las suaves caricias continuaron mientras el silencio envolvía el lugar, Chu Wanning quería decir más, no quería detenerse, no quería sentir vergüenza de hablar frente a su hijo. 

—Yo también te espero, me pregunto cómo sería un hijo de nosotros dos, seguramente te parecerás más a Mo Ran y tendrás grandes cualidades, espero eso.

Otro golpe, sin duda el bebé estaba de acuerdo, él quería ser como baba. 

—Espero poder hacerte feliz —Chu Wanning susurró—. Pero si no lo hago yo tendrás a alguien maravilloso como Mo Ran, él sin duda te hará feliz, a mí me hace feliz sin problemas. Serás tan amado por él, ya lo eres, tal vez más amado que yo —Chu Wanning ríe y siente unas cuantas lágrimas acumularse en sus ojos—. Pero aunque no lo parezca, te amo igual que él te ama. Por favor, no malinterpretes a A-die cuando seas más grande, no fuí criado de la mejor manera, puedo cometer errores, cometí muchos errores con Mo Ran y aún así él me ama tanto, espero tengas el gran corazón de tu padre.

Limpió una lágrima con su otra mano sin dejar de tocar su barriga.

—Estoy feliz de que estés aquí, no quiero que salgas. No me importa si no puedo dormir bien o si me duele todo el cuerpo —guardó silencio un momento—. Y si sucede algo cuando quieras nacer, espero recuerdes estas palabras, si no llegó a estar espero que sepas que te quiero.

Chu Wanning no era tonto, sabía el riesgo del parto, Mo Ran era positivo diciendo que con la fuerza de Chu Wanning no pasaría nada, pero él no estaba seguro, se sentía tan cansado a veces, su energía era absorbida por otra vida y pensaba que en ese momento… negó con la cabeza. 

—Estaremos bien.

Lo estarían, los tres. 

Se quedó un tiempo más ahí hasta que sintió otra presencia entrar a la habitación, al voltear se encontró con Mo Ran apenas iluminado por la luz de la luna. Aunque no podía verlo notó que la nariz de Mo Ran estaba roja. Lo había escuchado. 

—Wanning, ¿qué haces aquí?

—No podía dormir —su mano seguía sobre su barriga y Mo Ran no pudo evitar pensar en lo precioso que se veía con el cabello largo y negro suelto cayendo por sus hombros y pecho junto a la ligera túnica blanca que se amoldaba a su cuerpo, si bajaba un poco más la mirada ahí estaba su enorme vientre dando una imágen de divinidad de la creación a Chu Wanning quien era iluminado por la luz de la luna.

Era un dios. 

Un dios que no merecía, pero que estaba ahí con él. 

Mo Ran caminó lentamente hasta ponerse de rodillas a un lado de la silla donde se encontraba Chu Wanning y recargó su cabeza sobre su vientre mientras lo abrazaba.

Ambos se quedaron así, sin decir nada pero sintiendo la paz del momento en un mundo donde sólo estaban ellos. Su pequeña familia. 

—Cuando ella esté con nosotros sin duda te amará mucho.

—¿Cómo sabes que será niña?

—Confía en mí, lo sé.

—Mmm.

—Deberíamos pensar en un nombre.

—Lo haremos cuando sea el momento.

La otra mano libre de Chu Wanning se posó en la cabeza de Mo Ran, las caricias fueron reconfortantes. —Serás un gran padre, baobei.

Chu Wanning no dijo nada.

—Ella es afortunada —es todo lo que dijo antes de volver a guardar silencio. 

El cansancio pronto hizo efecto en Chu Wanning, no supo cuando se quedó dormido, volvió a abrir los ojos cuando Mo Ran lo dejaba en la cama una vez más. Éste le sonrió antes de darle un suave beso en la frente y luego otro en la barriga. 

—Descansa, baobei.

Y Chu Wanning volvió a dormir sin preocupaciones.

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Estamos a nada de que el bebé nazca, ¿qué creen que será? Más importante, ¿qué fecha de nacimiento creen que tendrá? Nacerá en verano, eso es un hecho. 🤭

Capítulo terminado el 14 de agosto de 2022.
Revisado y editado el 26 de marzo de 2023.

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