Leche

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Capítulo 12: Leche

Advertencia: Contenido +18

Mo Ran era un hombre paciente. 

Tomaba las cosas con calma y tenía una mentalidad fuerte, era algo valioso que había conseguido con el tiempo, a sus veinticuatro años sin duda era un hombre que podía jactarse de eso.

Casi todo el tiempo.

Bien, Mo Ran era paciente, tomaba las cosas con calma y era fuerte de mente, pero ningún hombre tan fuerte como él podría estar tranquilo ante lo que estaba viendo. Las manos de Mo Ran temblaban mientras sostenían con fuerza la tela blanca. 

Era día de lavar ropa, él había tomado el cesto con la ropa de ambos y se había despedido de su amado shizun para ir al río y proceder con su labor mientras Chu Wanning descansaba en la cabaña, todo bien hasta ahí. 

Sacó prenda por prenda listo para empezar cuando notó algo en la que estaba seguro era la túnica interior de Chu Wanning. Arrugó el entrecejo mientras miraba la mancha de humedad aún fresca en el pecho de la túnica. Era la que Chu Wanning se había quitado ese día, unos momentos antes de que Mo Ran se fuera. 

Acercó la tela mojada a su nariz, olfateó un poco y el olor fue un poco difícil de reconocer, pero estaba ahí, un olor suave a leche. 

Una punzada de excitación golpeó la ingle de Mo Ran. 

Palmeó un poco su pene para calmarse. La nueva información viajó con fuerza a su cerebro, algo que Chu Wanning no había dicho, pero tampoco pareció preocuparle ya que había dejado la túnica como si nada en el cesto. 

En un acto lascivo y pervertido, Mo Ran tomó la tela húmeda entre sus labios y chupó, un gemido ronco salió de su garganta y con la otra mano liberó su pesado miembro para darle unos cuantos golpes rápidos y furiosos mientras la tela seguía en su boca. 

Con poco orgullo miró la mancha de semen en el pasto verde minutos después.

Mo Ran era un hombre paciente, pero llevaba semanas sin tener sexo rudo y crudo con Chu Wanning. Huang Mei había dicho que lo mejor era evitar la penetración, para asegurarse que no le pasaría nada al bebé, Mo Ran había aceptado con una sonrisa. 

Nunca pensó que la vida sería tan difícil sin estar dentro de Chu Wanning teniéndolo ahí, listo y dispuesto para él, y sólo poder correrse sobre él o en su boca. 

La vida de Mo Ran era difícil. 

Lo importante era que nadie había visto a su vergonzoso ser masturbarse mientras chupaba la humedad en la túnica de su esposo. 

Con un suspiro derrotado comenzó su tarea. 




Ambos habían terminado su cena, Mo Ran estaba leyendo algunos pergaminos sobre misiones menores para el día siguiente mientras que Chu Wanning estaba sentado en su taller. Mo Ran no podía evitar dar pequeñas y discretas miradas en dirección a su esposo quien estaba sumergido en lo que sea que estuviera haciendo. 

Sus ojos vagaron lentamente por su cuerpo hasta que se detuvieron en su pecho, era algo que ninguno había mencionado, pero el pecho de Chu Wanning se había hecho más suave, más redondo además de haber crecido. 

Si, el pecho de Chu Wanning creció, estaba seguro de eso. Estaba lleno de leche para el o la bebé.

—¿Estás bien, Mo Ran? —Salió de su ensoñación cuando la voz de Chu Wanning lo llamó. 

—Si, ¿por qué preguntas, baobei?

—Los pergaminos están siendo casi destrozados por tus manos, ¿pasa algo malo?

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