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Capítulo 41

Otro día, otro dolor de cabeza, otra noche que pasé sin dormir, pero esto ya se está haciendo costumbre, desde que conocí a kyojuro todos los días me despierto con síntomas de estar enferma, ya sea por estar confundida con mis sentimientos, por celos, por las mariposas en estómago, tendré que enfocar mi atención en otra cosa.

Me levanté, fui a la ducha y luego a mi guardarropa, hoy tenía varias reuniones así que tenía que verme bien, traje de dos piezas negro, tacones del mismo tono y un body sin transparencias pero con escote de corazón también negro, me miré al espejo y ví mi cabello, "cariño, no puedes ocupar este body y dejar que tu cabello lo tape"... Sacudí la cabeza, por qué solo recordar lo que kyojuro me decía antes hacia que mi corazón se alborotara, recogí mi cabello, y me puse una cadena con una piedra roja carmesí, y en vez de colocarme los lentes de contacto me quedé con mis lentes y me fui, pasé por mi café y llegué a la galería, nuevamente me encontré con ambos, él estaba tomándole la cara diciéndole algo, le da un beso en la frente, algo se revolvió en mi estómago pero seguí caminando con la frente en alto, estaba dispuesta a no mirarlo e ignorarlos pero cuando kyojuro la abraza y coloca su cabeza en su hombro me queda mirando, ví como sus ojos se abrieron un centímetro más, cómo dió un respiro para luego contener la respiración y no dejar el contacto con mis ojos, fueron segundos eternos, una casi sonrisa apareció en mis labios, pero la maté al instante mientras seguía caminando, cuando estuve cerca de ellos el seguía mirándome pero yo me obligué a mirar a la chica que estaba con el

-Ama -dije en voz alta y ella se da vuelta- a mi oficina -pasé de largo y seguí con la piel quemándome por la mirada de kyojuro, saludé a todos en mi paso por la galería antes de llegar a mi oficina, la mirada de algunos me hizo saber que había escogido bien la ropa el día de hoy y unos segundos después llega Ama y toca a la puerta

-pasa -dije sin mirarla mientras acomodaba algunos papeles en el escritorio, ella entra- ¿Cómo estás?

-¿Que? -por fin levanté mi cara para mirar su rostro, en realidad era una chica linda, lo tenía que admitir

-Ama -fui a cerrar la puerta y me senté en el escritorio al frente de ella, ella retrocede algunos centímetros- si vas a trabajar para mí necesito que no te tomes las cosas tan personal, algunos días voy a andar de malas y te mandaré al diablo, literalmente, sobre todo si solo con unas palabras te quiebras -ella mira el suelo y juega con sus dedos- a eso me refiero, levanta la cabeza y mírame… -ella lo hace rápidamente- dios… ¿Cuántos años tienes?

-24 ¿y usted?

-cumpliré 29 en unas semanas…

-¿29? -dijo sorprendida y miré su cara-

-¿Por qué estás tan sorprendida?

-por que se ve joven, casi de mi edad

Quise decirle muchas cosas pero no quería a una niña llorando en mi oficina, solo son 5 años más…

-Ama… -suspiré desesperada, esto de ser amable no me funciona, no va conmigo- solo necesito que si vas a seguir hagas las cosas bien, no me sirve si te pones a llorar de la nada, pero si lo haces bien podrás llegar lejos, sabes que este lugar es muy conocido y te abrirá muchas puertas en el futuro

-está bien, sé que si nos conociéramos mejor podríamos…

-olvídate de eso, nosotras jamás podremos ser amigas, ni siquiera conocidas, tu solo serás alguien que trabaja para mí, ahora vete

Ella aprieta los dientes, se despide y sale de la oficina cerrando la puerta detrás de ella, me senté en mi sillón y respiré profundo antes de agarrar los papeles y trabajar toda la mañana, no quería que nadie me molestará, y todos siempre hacían lo que les pedía así que nadie, absolutamente nadie fue durante toda la mañana… ya estaba siendo hora del almuerzo y no me había dado cuenta, ni siquiera mi cuerpo me pidió comida, hasta que un toque en la puerta interrumpió mi calma, la vena de mi frente había empezado a saltar cuando escuché ese ruido y fui a abrir la puerta para mandar al diablo a quien había ido, pero tuve que levantar el rostro para mirar y de inmediato mi expresión de asesina se convirtió en una sonrisa

en esta, y en nuestra próxima vida (Rengoku x t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora