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Capitulo 31

Una semana más, esto ya es gracioso… pero t/n siempre se tomaba su tiempo para todo, hasta cuándo se enojaba, cuando llegamos al departamento de t/n ella regañó a los chicos, o eso pareció por qué les llevó unos refrescos y pizza, y solo le dijo que eran unos traicioneros, a mi aun no me habla, aún no solucionamos las cosas y no podía dejar de pensar en ella. Intercambiamos números con el hermano de t/n, el vivía en París pero vino a pasar una temporada acá, así que lo vería seguido, al menos hasta que durará el trato de nosotros.

¿Leah? Me seguía hablando pero ignoré todos sus mensajes, quería contestarle y poder estar con ella tranquilo, pero no lo iba a hacer sin antes ponerme de acuerdo con t/n sobre esto, para que ella no se moleste después. Era día viernes y salí más temprano de la academia, le hablé a mi hermano para preguntarle si t/n aún estaba en el departamento, pero el me dijo que estaba por salir, averiguó a dónde iba para que yo pudiera ir y esperarla… te amo hermano

Estuve esperando por una hora afuera del edificio de los abogados, la ví entrar, una falda ajustada y una blusa, hermosa como siempre, ya me estaba empezando a desesperar cuando la ví pasar por mi lado y le tomé del brazo, ella gira sobre su eje y cuando me vé su expresión se relajó solo por unos segundos antes de endurecerse nuevamente

-definitivamente tendré que dejar de decirle a Senjuro mis planes

-no te enojes con él… ¿Tienes algo que hacer ahora? ¿Vamos por un café?

-no, no saldré por un café contigo -se suelta de mi agarre y empieza a caminar yo apresuré el paso y caminé a su lado- ¿Qué es lo que pasa? ¿Leah ya no te escribe?

-si, de hecho hoy lo hizo, pero necesito que nos pongamos de acuerdo en que es lo que está permitido y que es lo que no para que no te pongas celosa

-Ja! ¿Celosa? El celoso eres tú… ¿Te acuerdas del espectáculo que diste al frente de mi hermano?

-si jajaja

-no fue gracioso, no te rías

-para mi si lo fue… ey! -la tomé del brazo, ya estábamos llegando a su vehículo- por favor, hablemos

-suéltame

-¿Desde cuándo acosas a mujeres en la calle? -mierda… esa voz, la peor persona con la que me pude topar ahora, t/n me mira y luego se inclina a mirar detrás de mí para ver de quién provenía esa voz, yo me obligué a darme vuelta, puse mis manos en los bolsillos y le hablé

-hola papá ¿Cómo estás?

-¿Acaso tú miserable sueldo de maestro no te alcanza para que una mujer se fije en ti? -mi rostro se tensó, escuché los tacones de t/n colocarse a mi lado mientras inspecciona con la mirada al hombre que estaba al frente de nosotros-

-yo estoy bien, Senjuro también, gracias por preguntar -sarcástico

-si, me imagino… -mira con desprecio a t/n y luego me mira a mi- ¿Por qué acosas a esta mujer en la calle?

-t/n t/a -la voz de ella salió firme y le extendió la mano, mi padre se la rechazó y me volvió a mirar, solo quise que t/n no estuviera en ese lugar para poder decirle unas cuantas cosas al hombre que tenía al frente, pero ella no hizo más que sonreír y sacar su mano-

-¿Ahora te arrastras por las mujeres? ¿Qué tan mal estás? -más humillación- si ella es inteligente se arrancaría de ti…

-shinjuro Rengoku -la voz de t/n sonó tan firme que ambos la miramos- al parecer la edad le está afectando

-¿Disculpa? ¿Quién eres tú? -dirigió su mirada fría y de superioridad hacia t/n

-t/n t/a, hablamos hace una semana por teléfono, sabía que conocía esa voz -mi padre se queda en silencio-... la galería de arte, usted quiere comprar una costosa obra de arte para su despacho y me estaba pidiendo una rebaja -¿Que? ¿Por qué ella no me había dicho nada?- supe que era el padre de kyojuro por su apellido

en esta, y en nuestra próxima vida (Rengoku x t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora