Capítulo 3 🐍

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Sinceramente, no entendía nada de lo que acababa de presenciar... pero bueno, tampoco era mi problema. Mucho menos me interesaba indagar en los motivos detrás de las miradas sombrías de Severus o los vaivenes emocionales que había notado en él.
No tenía tiempo para descifrar dramas ajenos.

—¡(T/N)! —gritó Alexa desde un extremo del vestíbulo—. ¡Por aquí!

Me giré enseguida, buscándola con la mirada entre la multitud de túnicas negras y escudos verdes y plateados.

—Vamos —dijo con entusiasmo—. Te mostraré el camino a la sala común de Slytherin.

—Bien —asentí, alcanzándola mientras empezábamos a caminar juntas por los pasillos de piedra.

—¿No comiste? Saliste volando del Gran Comedor...

—Sí comí... bueno, al menos un poco. Es sólo que tenía curiosidad de...

—¿De qué?

—De ver cómo eran los pasillos —respondí rápidamente, restando importancia.

—Ah, claro —rió—. Pues ve acostumbrándote. Los vas a recorrer todos los días. Estas son las mazmorras. Oscuras, húmedas... pero con cierto encanto. Y justo aquí —se detuvo frente a una pared aparentemente sólida— tienes que decir la contraseña: Sangre Pura.

—Sangre Pura —pronuncié con claridad.

La pared se estremeció y, con un leve crujido, comenzó a deslizarse revelando un estrecho pasadizo de piedra. Se abrió como si la misma escuela susurrara secretos para los elegidos.

—Excelente —dijo Alexa, entrando primero—. Vamos a ver las listas de habitaciones.

—¿A qué te refieres?

—Verás, en Slytherin premian la excelencia. Las habitaciones no se asignan al azar. Cada una corresponde a tu desempeño académico. Si logras una calificación perfecta, tendrás la mejor habitación: cama grande, baño privado e incluso una pequeña biblioteca personal. ¿Te imaginas? Nada de cargar tinta o pergaminos por todo el castillo, ni preocuparte por que te los roben o los pierdas.

—Entiendo... —dije mientras me dejaba caer en uno de los sofás verde esmeralda de la sala común, impresionada.

—Mira, allá están las listas —señaló una pequeña pizarra clavada en la pared de piedra, donde colgaban unas hojas.

—¿Por qué no vas tú a revisarlas?

—¡Claro! Pero primero... quiero echar un vistazo a la lista de los chicos. Quiero comprobar si el rumor es cierto... ¿¡Qué!? ¡¿Otra vez!?

—¿Qué sucede? —me levanté de inmediato y me acerqué a ella.

—¡Otra vez Severus tiene la mejor habitación! ¡Por su "prometido"! —exclamó, indignada.

—¿Severus Snape? No creí que ese sujeto fuera tan... aplicado. Déjame ver.

—Aquí está —dijo señalando con el dedo una línea en la hoja.

Leí su nombre con atención:
Severus Tobias Snape Prince – 100.

—Vaya... parece que no se toma sus notas a la ligera.

—Dicen que lanzó un hechizo para que su habitación nunca cambie, sin importar su calificación. Un encantamiento antiguo que asegura un 100 perfecto desde primero. Dicen que desde entonces, nadie más ha tocado esa habitación.

—O simplemente es muy inteligente y disciplinado... —dije encogiéndome de hombros.

—Tal vez... pero el rumor suena convincente.

✨ Égocentrisme ✨ (Severus Snape y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora