Capítulo 10 🐍

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Salí del aula de Pociones sin mirar atrás. Mis pasos resonaban en los pasillos semivacíos, y aunque la cena ya había comenzado, decidí ignorarla. No tenía hambre. Lo único que ocupaba mi mente era la oportunidad que se me había presentado.

Subí las escaleras con rapidez, esquivando a un par de estudiantes distraídos, y me encerré en mi habitación sin saludar a nadie. Necesitaba tiempo. Silencio. Y concentración.

Me deshice del uniforme con movimientos automáticos y me cambié por algo más cómodo. Luego, me senté frente a mi escritorio, extendí un pergamino nuevo y saqué varias plumas, entintadas y listas. Tenía que armar un plan.

Los fines de semana serían míos. El aula de Pociones, también. Slughorn me lo había garantizado. Era un privilegio poco común y, sinceramente, no pensaba desaprovecharlo. Si lo usaba con inteligencia, podría adelantarme meses en contenido. Y más importante aún... podría experimentar.

La mayoría de las pociones que pensaba repasar eran conocidas: fortalecedoras, curativas, incluso algunas que ayudaban en el rendimiento académico. Pero también me intrigaban otras. Las que no se enseñaban en clase. Las que venían en libros sin ilustraciones, con nombres susurrados en la oscuridad.

Pociones oscuras.
Peligrosas.
Olvidadas a propósito.

No se trataba de romper reglas... todavía. Pero no podía evitar sentir un hormigueo en la piel al pensar en lo que podría descubrir si cruzaba ciertos límites.

"Conocer no es igual a usar", me repetí para tranquilizarme, aunque en el fondo sabía que el conocimiento, en sí mismo, ya era una forma de poder.

Y el poder, en Hogwarts, era una ventaja que no pensaba dejar pasar.

Después de un par de horas trazando horarios, clasificando ingredientes y anotando los posibles errores que debía evitar en cada elaboración, terminé de escribir una pequeña guía de estudio

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Después de un par de horas trazando horarios, clasificando ingredientes y anotando los posibles errores que debía evitar en cada elaboración, terminé de escribir una pequeña guía de estudio. Mis dedos estaban manchados de tinta y mi mente, agotada.

Suspiré, recostándome unos segundos en la silla mientras dejaba que el silencio se asentara en la habitación.

El cansancio me pesaba en los párpados, pero más que sueño, lo que sentía era una especie de saturación mental. Necesitaba una pausa. Algo que despejara mis pensamientos y me ayudara a relajarme.

Así que, sin pensarlo demasiado, me levanté y tomé mis cosas para darme un baño de burbujas.

El eco de mis pasos sobre el mármol reverberaba suave, y el vapor cálido comenzaba a empañar los espejos. Llené la bañera con agua caliente y unas gotas de esencia de coco y menta; las burbujas comenzaron a surgir lentamente, danzando con elegancia sobre la superficie del agua.

Me deslicé dentro con lentitud, permitiendo que el calor me envolviera por completo. Cerré los ojos.

El silencio era tan profundo que podía escuchar el latido de mi corazón, acompasado con el leve crujir de la espuma.

✨ Égocentrisme ✨ (Severus Snape y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora