Labios sabor Cereza

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Mangkorn y Arjo trabajan juntos todos los días en el proyecto.

—Dime cómo se comporta tu futura esposa?— Arjo habla en un tono burlesco desde hace tiempo que odia a Yai por ser un niño mimado.

—Eso no te incumbe Arjo concéntrate en el trabajo— Desde que Mangkorn supo que su bebé era muy sano no había otra cosa que le importará más, de echo había olvidado porque odiaba tanto a Yai.

Por otro lado Yai la pasaba fatal, estar todo el tiempo solo y en la casa de Mangkorn lo estaban volviendo más suceptible a los achaques del embarazo, bocado que probaba, bocado que vomitaba.

Para empeorar todo Nine había salido de viaje así que no habían mantenido contacto.

Yai se preguntaba si realmente sentía algo por Nine o solo era costumbre.

Mientras dormía apoyado en la taza del baño con su mano al rededor de su ya abultado vientre.

Mangkorn entra en la casa, trae nuevos proyectos que fueron pedidos por su suegro, la boda también estaba cerca por lo que el debía adelantar el trabajo si quería mantener el trato.

—Yai?— Mangkorn enciende la luz de la casa y Yai no está, así que deja sus cosas y lo termina encontrando en el baño.

—Yai"!— Mangkorn va hasta el y puede sentir que Yai tiene fiebre.

—Yai despierta— Mangkorn sostiene a un débil Yai entre sus brazos lo carga con facilidad y se lo lleva hasta el auto.

Yai abre los ojos lentamente el sonido del auto se escucha lejano para el.

—Mangkorn...— Yai habla débilmente.

—Ya vamos a llegar al hospital— Mangkorn le acaricia la mejilla mientras continua conduciendo.

Había estado tan ocupado con el trabajo que había olvidado por completo vigilar que Yai llevará el embarazo bien.

Además de que su madre no dejaba de insistir de que lo llevará a conocerla, pero se había enfocado tanto en otras cosas que su ahora futuro esposo estaba mal.

—Mangkorn....—Yai habla con debilidad mientras siente una punzada en el vientre.

Mangkorn detiene el auto ya han llegado y son esperados por un grupo de doctores y enfermeras.

—Bajenlo con cuidado— dice el doctor de turno.

—Traigan la camilla"!— gritan un par de enfermeras todos ingresan al hospital.

.....

Yai se restriega en lo que parece ser una cómoda almohada, está emite un olor dulce y relajante, así que no puede dejar de acariciarse entre aquel aroma.

Mangkorn tiene abrazado a Yai contra su pecho,el olor de su fragante shampoo sigue ahí además de que Yai tiene un olor bastante estimulante y partícular.

Yai abre lentamente los ojos y ve que está en los fuertes brazos de Mangkorn.

—Quitate Dragón mañoso"!!!— Yai lo empuja con todas sus fuerzas.

El pobre Mangkorn cae al suelo todo aturdido.

—Au"!— Yai se toca el vientre.

Mangkorn quien estaba en el suelo reacciona de inmediato y se levanta preocupadisimo.

—Estas bien?!— Mangkorn se acerca a Yai.

Yai no entiende por qué esa actitud.

—Nada— Yai aún siente recelo hacia Mangkorn no confía en el.

—Oye si te duele, llamaré a la enfermera— Mangkorn no habla tosco, tiene un tono suave y relajado.

—Por que estoy en el hospital?— Yai ahora es más conciente de que tiene un suero conectado a su vena.

—Anoche te encontré mal, el doctor dice que te e descuidado— Mangkorn se sienta aun lado de la cama.

—Eso es verdad, llevo a tu engendro dentro de mi y nos has ignorado toda la semana— Yai se queja.

—No le digas engendro— Mangkorn frunce el ceño

—Eso es lo que es, si por mi fuera está cosa estaría afuera de mi— Yai habla desde su lado herido.

—Yai ya basta— Mangkorn no quiere perder los estribos pero le duele lo que está diciendo Yai. De nuevo no sabe realmente por qué odiaba a Yai pero se siente estúpido por haberlo echo.

—Dices eso pero nisiquiera estás con nosotros"!,  realmente te importa?, Sabes a veces creo que sería más fácil si me muriera— Yai se pone a llorar.

Mangkorn se siente pesimo y abraza a Yai mientras lo besa.

Yai golpea a Mangkorn en el pecho pero poco a poco la lengua del dragón lo envuelve en una danza seductora.

Mangkorn respira contra los delicados y deliciosos labios se está volviendo adictos a ellos y pasea su lengua juguetona por el contorno inferior para otra vez besarlo suave e intenso.